
Desde la Conferencia General de 2019 La Iglesia Metodista Unida (IMU) se ha estado desmoronando lentamente, pues en los Estados Unidos las congregaciones locales se están desafiliando mientras que en Europa, varias ramas nacionales de la iglesia votaron para retirarse. Por el momento, los/as metodistas unidos/as africanos/as han prometido permanecer en la denominación al menos hasta 2024, aunque no está claro lo que sucederá después de esa fecha. Mientras tanto, propuestas como el Pacto de Navidad buscan cambiar las relaciones entre los/as metodistas unidos/as restantes mediante la creación de una mayor regionalización de la iglesia.
En medio de los actuales y los posibles cambios, lo único en lo que todos/as parecen estar de acuerdo es en que La IMU no puede continuar de la misma forma que lo ha hecho, ya que nuestro actual sistema de gobierno es incapaz de responder adecuadamente a los desafíos de nuestra vida en común, y es necesario encontrar nuevas formas de ser metodistas juntos/as o, quizás, separados/as unos/as de otros/as.
Es muy posible que si las diferentes ramas de La IMU en todo el mundo se separan entre sí, esas partes separadas no tendrían relación entre sí. Sin embargo, hay quienes no quieren renunciar a nuestras conexiones globales, incluso cuando se crea cierta forma de distancia entre la iglesia en diferentes contextos. Entonces ¿cómo pueden continuar estas conexiones?
El misiólogo metodista unido Robert Hunt ha afirmado que "la verdadera unidad se encuentra solo en la misión mundial de la iglesia apostólica", pero ve tal comprensión de la unidad como compatible con "una Iglesia Metodista global compuesta de conferencias anuales autónomas".
¿Cómo sería una confederación de conferencias anuales metodistas autónomas? Una posibilidad es que se parezca mucho al Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina y el Caribe CIEMAL, que es una organización que agrupa a quince iglesias metodistas autónomas y “actúa como convocante, guía y director del servicio y del testimonio del metodismo latinoamericano”.
Artículos de Opinión
Las denominaciones miembros de CIEMAL son totalmente autónomas, responsables de sus propios estándares doctrinales, guía de adoración, acreditación del clero y estructuras de autoridad y rendición de cuentas. Cada uno de ellos también tiene estructuras internas para la misión y el ministerio conjuntos y para el compañerismo compartido entre sus miembros.
Sin embargo, las denominaciones de CIEMAL reconocen que tienen algo que ganar a través de la misión conjunta, el ministerio conjunto y el compañerismo mutuo proporcionado por el cuerpo más amplio. CIEMAL realiza actividades como promover la coordinación entre los organismos miembros, facilitar el intercambio fraternal entre las denominaciones miembros, capacitar mutuamente a misioneros/as transculturales, reconocer y apoyar iglesias metodistas recién formadas en el área como Colombia y Venezuela, resolver conflictos entre organismos metodistas como en Venezuela, e involucrar a otros organismos metodistas en todo el mundo como La Iglesia Metodista Unida, la Iglesia Metodista en Gran Bretaña y la Iglesia Unida de Canadá. Todo esto sucede a través de una Comisión de Programa, un Concilio de Obispos/as, un Comité Ejecutivo de cuatro personas y una Conferencia General ocasional.
CIEMAL se formó a fines de la década de 1960 cuando las conferencias anuales en América Latina se estaban volviendo autónomas de La IMU, pero querían evitar volverse insulares y para ello mantener conexiones entre sí y con La IMU, que participa en CIEMAL a través de Ministerios Globales. Cuando otras propuestas para un organismo metodista mundial no llegaron a buen término, CIEMAL se formó como un organismo regional en aras de mantener el conexionismo.
Si La IMU se divide en organismos autónomos regionales o nacionales, aún podría haber un papel que desempeñaría alguna organización para facilitar conversaciones entre estos organismos, coordinar el trabajo mutuo de misión y ministerio, capacitar y enviar misioneros/as, y apoyar la creación de nuevas Iglesias metodistas alrededor del mundo. Tal arreglo podría proporcionar a los/as metodistas unidos/as actuales suficiente espacio entre sí a través de la autonomía, sin renunciar al sentido global de compasión mutua y compañerismo que, en el mejor de los casos, caracteriza a nuestro actual organismo internacional. Si tal organización se vuelve necesaria, quienes la organizan harían bien en mirar a CIEMAL como su modelo.
* Scott es director de Teología de la Misión en la Junta General de Ministerios Globales. Este artículo es una revisión de una versión original publicada en abril de 2019 en UM & Global (www.umglobal.org).
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.