Los efectos económicos del coronavirus, que están en pleno desarrollo, son desastrosos para las personas que ya estaban luchando con las dificultades, particularmente en las comunidades de minorías raciales y étnicas. Las iglesias están ayudando a suplir algunas de las necesidades imperante, aun cundo ellas mismas están luchando por su sobrevivencia.
En un país sin una estrategia coordinada del gobierno para combatir la propagación del COVID-19, el alcance de una iglesia metodista puede ser la única ayuda que reciben algunas de estas comunidades.