Puntos Clave:
- Las protestas lideradas por la Generación Z de Madagascar se han extendido por todo el país debido a la escasez de agua, los cortes de luz y el agravamiento de la pobreza.
- El Obispo metodista unido João Sambo ha hecho un llamado a todas las congregaciones de la zona episcopal a orar por la paz y la reconciliación nacional.
- La Iglesia Metodista Unida de Madagascar a través de congregaciones locales como Ambodifasika, está respondiendo con oraciones y actos de compasión en medio de la crisis.
La Iglesia Metodista Unida (IMU) hace un llamado a la oración y la compasión ante la agitación política y social en Madagascar pues desde el 25 de septiembre manifestaciones multitudinarias, lideradas principalmente por la Generación Z, han sacudido la capital y las principales ciudades del país. Lo que comenzó como indignación por los constantes cortes de luz y agua se ha convertido en un movimiento nacional que denuncia la corrupción, la pobreza y la injusticia social.
El presidente Andry Rajoelina huyó del país durante el fin de semana después de que miembros de una unidad militar de élite se unieran a la protesta. El 13 de octubre, el Parlamento anunció la destitución del presidente y los líderes militares declararon haber tomado el poder y la formación de un nuevo gobierno civil. El 17 de octubre el coronel Michael Randrianirina se juramentó como presidente de Madagascar, seis días después de haber dado un golpe de Estado.
La IMU ha hecho un llamado a la oración, la solidaridad y la acción devota. El Obispo João Sambo, cuya jurisdicción episcopal abarca Madagascar, Mozambique, Sudáfrica y Esuatini envió una carta a todos/as los/as metodistas unidos/as instándolos/as a incluir al pueblo de Madagascar en sus oraciones.

Un joven manifestante de la Generación Z de Madagascar sostiene una bandera malgache durante una manifestación el 10 de octubre en el centro de Antananarivo, Madagascar. Lo que comenzó como indignación por los constantes cortes de luz y agua se ha convertido en un movimiento nacional que denuncia la corrupción, la pobreza y la injusticia social. El Obispo metodista unido João Sambo ha hecho un llamado a todos/as los/as miembros de la iglesia a orar por la paz y la reconciliación nacional. Foto de Rakotoarivony Esdras, Noticias MU.
El Obispo afirmó que la herencia wesleyana de los/as metodistas unidos/as exige combinar la piedad personal con la santidad social y convertirse en agentes de transformación en medio del sufrimiento. Citó Mateo 5: 9: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.
Sambo animó a las congregaciones a encarnar los principios de fe y justicia que definen el testimonio metodista unido:
• Cuidar de los/as pobres, las viudas y los/as huérfanos/as como se exhorta en Santiago 1: 27, haciendo de la iglesia un refugio para los/as más afectados/as por la inestabilidad.
• Interceder por los/as líderes nacionales, siguiendo 1 Timoteo 2: 1-2, orando por la paz, la sabiduría y la reconciliación.
“Que sus congregaciones sean refugio de esperanza y provisión para los/as más afectados/as por la inestabilidad. Que sus acciones reflejen el amor de Cristo, promoviendo la justicia, la reconciliación y la paz” dijo el Obispo.
En respuesta al llamado del Obispo, la Iglesia Metodista Unida de Madagascar está organizando encuentros de oración y actividades de apoyo comunitario.
En la Iglesia Metodista Unida de Ambodifasika, el Rev. Eric Kalumba Nkulu misionero metodista unido en Madagascar, expresó la profunda preocupación y compasión de la iglesia por la población. “Hemos constatado que la situación aquí es grave porque estamos atravesando momentos difíciles, especialmente por la pérdida de vidas humanas, de propiedades, casas y todo lo demás… La Iglesia Metodista Unida en Madagascar no podía permanecer en silencio. Pensamos en orar por todo el país porque esta situación no se limita a la capital. Se vive en todas partes, en distintas regiones del país… Por eso podemos orar por Madagascar… Esta es nuestra contribución, nuestra participación, en este momento de prueba” dijo Kalumba.
En todo el país, los/as fieles metodistas unidos/as se reúnen en pequeños grupos para interceder por la paz y por las familias afectadas por los disturbios, demostrando que la fe aún puede ser una luz en tiempos de oscuridad.

Estudiantes universitarios y jóvenes desempleados protestan en las calles de Antananarivo, Madagascar quemando neumáticos. La manifestación del 10 de octubre se produjo tras enfrentamientos previos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, quienes expresaban su frustración por la situación socioeconómica del país. Foto de Rakotoarivony Esdras, Noticias MU.
A pesar de su abundante riqueza natural, Madagascar sigue siendo uno de los países más pobres del mundo y de acuerdo con elBanco Mundial, la agencia Associated Press informó que este país de 31 millones de habitantes tiene una tasa de pobreza cercana al 75%.
La infraestructura pública, ya de por sí precaria, no ha logrado mantenerse al ritmo del crecimiento demográfico. En algunas zonas de Antananarivo, los/as residentes llevan más de seis meses sin agua corriente, y los cortes de luz suelen durar más de ocho horas diarias. En los barrios pobres de la capital, la gente hace cola desde las dos de la madrugada con bidones amarillos en mano, con la esperanza de conseguir unos pocos litros de agua.
Los manifestantes portaban pancartas con un mensaje desesperado: “¡Danos agua, olemos mal!”.
JIRAMA, la empresa estatal de agua y electricidad, atribuye el bloqueo al deterioro de la infraestructura, la disminución del nivel de las represas y el impacto del cambio climático. Pero para gran parte de la población, esas explicaciones ya no son válidas.

Estudiantes pasantes de medicina marchan en protesta en Antananarivo, Madagascar exigiendo un aumento salarial y mejoras en el sistema público de salud del país. Su huelga forma parte del movimiento Generación Z que comenzó el 25 de septiembre cuando miles de jóvenes salieron a las calles de Antananarivo para protestar contra la escasez de agua, los cortes de luz y el agravamiento de la pobreza. Foto de Rakotoarivony Esdras, Noticias MU.
El movimiento comenzó cuando dos concejales Clémence Raharinirina y Baba Rakotoarisoa, convocaron una marcha pacífica para protestar contra los apagones. El punto de encuentro fue el Jardín Ambohijatovo también conocido como Plaza de la Democracia, un lugar histórico y simbólico de expresión política en Madagascar.
El 25 de septiembre miles de jóvenes, estudiantes, trabajadores/as y desempleados/as inundaron las calles de Antananarivo. Sin embargo, la manifestación considerada no autorizada por las autoridades, fue dispersada violentamente por las fuerzas de seguridad quienes utilizaron gases lacrimógenos y disparos de advertencia convirtiendo la protesta en un caos.
“Solo expresamos nuestra frustración y nos responden con gases lacrimógenos. Pedimos agua y electricidad que son derechos humanos básicos” declaró una joven que se unió a la protesta en Antananarivo.
Según los primeros informes de las Naciones Unidas, al menos 22 personas perdieron la vida, cifra que el gobierno niega.
Conocida como la Generación Z, esta generación nacida entre 1997 y 2012 se ha convertido en la voz de una nación agotada. “Ya no vivimos, sobrevivimos. No hay agua, no hay electricidad, la atención médica es inasequible y después de la universidad, nos espera el desempleo” explicó Mialy Rakotozafy, estudiante en Antananarivo.
“Es increíble que en 2025 en una universidad pública, todavía tengamos que pagar para usar el baño” añadió Mirana Rakotoarisoa, otra manifestante.
La protesta de la Generación Z del 25 de septiembre fue seguida por ataques incendiarios contra las casas de varias figuras políticas, incluidas tres casas pertenecientes a dos diputados y un senador vinculados al partido gobernante, así como saqueos en varias tiendas importantes de la capital.
Según medios locales las pérdidas en la región de Analamanga se estiman en más de 38 millones de dólares, con casi 1.900 empleos en riesgo.
Miembros del movimiento Generación Z negaron cualquier participación en los actos vandálicos e insistieron en que utilizan métodos pacíficos de protesta. El movimiento se ha extendido a las seis capitales provinciales, uniendo a jóvenes, padres y trabajadores/as en la demanda común del derecho a vivir con dignidad.
* Rakotoarivony es es comunicador de la misión de Madagascar de La Iglesia Metodista Unida. Contacto con los medios de noticias: Julie Dwyer quien es editora de noticias. La puede llamar al (615) 742-5469 o escribirle a [email protected].
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org