El Rev. Vance Rains esperaba que el servicio vespertino del miércoles de ceniza de su iglesia, sería igual al culto del mediodía. Pero, en el transcurso del día, se produjo un tiroteo masivo en las cercanías de la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida.
Así que el culto vespertino en la Primera Iglesia Metodista Unida de Coral Springs se convirtió en un momento para el duelo, la consolación y la oración, mientras el Rev. Rains tuvo que improvisar un nuevo mensaje. "Hablé sobre Jesús calmando la tormenta y básicamente dije que Jesús obviamente no calma todas las tormentas, pero está con nosotros/as en medio de ellas y es más grande que cualquier tormenta", dijo Rains.
Las autoridades han señalado como principal sospechoso a Nikolas Cruz, un joven de 19 años, que había sido expulsado de la escuela y que se presume que utilizó un rifle semiautomático AR-15 para llevar a cabo una masacre, el 14 de febrero pasado en la que murieron 17 personas, entre ellas estudiantes y docentes.
La escuela secundaria se encuentra en el condado de Broward, un área suburbana de Florida cercana Parque Nacional de los Everglades, al cual Marjory Stoneman Douglas ayudó a preservar a través de sus escritos y acciones de defensa.
El Rev. Rains dijo que una de las víctimas del tiroteo, no era miembro de la iglesia, pero había participado en programas juveniles de la iglesia que pastorea en Coral Springs. Aunque no hubo miembros de la iglesia asesinados o heridos/as, Rains afirmó: "tenemos relaciones muy profundas con los estudiantes y profesores/as de esa escuela. Nuestras familias estaban esperando que se les notificara el estado en que se encontraban sus hijos/as... La gente todavía está en estado de shock".
Una joven miembro de la Misión Metodista Unida Haitiana de Bethesda, en Tamarac, fue una de las estudiantes sobrevivientes a esta masacre: "Oímos el tiroteo, los disparo. Estábamos tan asustados/as", dijo Judeland Norceide, alumna de 12º grado.
La joven recordó que la evacuación de la escuela fue una experiencia frenética y desgarradora, además de la tensa espera de dos horas para saber que su primo, quien es su compañero de escuela y resultó ileso. Aunque ninguno de sus amigos más cercanos fue herido, ella dice sentirse de luto por la muerte de un querido miembro del personal de la escuela.
El pastor de Judeland, el Rev. Aurilus Desmornes, le ha provisto de cuidado pastoral y oración, inmediatamente después de lo sucedido: "Ella está bien, pero se vio muy afectada emocionalmente", dijo.
La Rvda. Cheryl Jane "CJ" Walter, pastora de la Iglesia Metodista Unida Cokesbury en la vecina Margate, dijo que su congregación tenía algunas conexiones familiares y de amistad en la escuela. Ninguno fue asesinado o herido. Cokesbury abrió para ofrecer un culto de oración el 15 de febrero, y planeó una vigilia de oración por la noche del mismo día: "Básicamente, es solo escuchar a la gente en este momento y ayudarlos/as a encontrar algo de lo que aferrarse. Estamos muy agradecidos/as de que Dios nos abrace en estos momentos", dijo Walter.
La Revda. Cynthia Weems, superintendente del Distrito Sureste de la Conferencia Anual de Florida, señaló que los/as pastores/as metodistas unidos/as cuyas parroquias se encuentran en las áreas vecinas a la escuela donde se produjo el tiroteo, son parte de un grupo de apoyo altamente comprometido y efectivo.
"Están muy bien preparados/as para liderar a sus congregaciones y comunidades en este momento de tragedia, gracias a los fuertes lazos de amistad que existe entre todos/as y los años de ministerio compartido que han modelado a su comunidades en general, incluidas las estrechas relaciones entre las iglesias y la escuela afectada, lo cual ha sido una prioridad para la Conferencia Anual de Florida ", escribió Weems en un correo electrónico.
El Obispo Kenneth Carter, que lidera la conferencia de Florida y también es el nuevo presidente del Concilio de Obispos/as de La Iglesia Metodista Unida (IMU), ofreció una declaración en donde señaló:
"A la luz de los tiroteos (del 14 de febrero), nos arrepentimos de nuestra participación en una cultura de la muerte; reconocemos el daño que le hacemos a otros/as; y reclamamos el poder de la cruz que rompe el ciclo de violencia y represalias. Nos lamentamos con las comunidades de Parkland y Coral Springs ", dijo.
Muchos/as metodistas unidos/as expresaron en las redes sociales, su horror e indignación ante el último tiroteo masivo del país, uno de los seis que se produjo en las escuelas en los últimos dos años.
La Iglesia Metodista Unida apoya la legislación para frenar la violencia armada, y respalda la prohibición de las armas y las revistas de municiones de gran capacidad.
La Revda. Susan Henry-Crowe, máxima ejecutiva de la Junta General de Iglesia y Sociedad (GBCS) de la IMU que los/as metodistas unidos deberían hacer más que orar por la tragedia de Florida. "Debemos prestar atención a las palabras del profeta Isaías para convertir espadas en instrumentos de arado y lanzas en hoces para la siega. Debemos levantar las palabras de nuestra Iglesia Metodista Unida y convertirlas en acciones abogando con los/as legisladores/as", dijo.
El texto del aviso a la entrada de Edificio Metodista Unido, donde se encuentran las oficinas de GBCS y está ubicado al lado del Capitolio Nacional en la ciudad de Washington, fue cambiado después del tiroteo. El letrero ahora dice: "¿Hasta cuándo Señor? Hasta que el Congreso actúe para prevenir la violencia armada”.
Mientras tanto, en la Primera Iglesia Metodista Unida de Coral Springs, el Rev. Rains usó su blog para meditar sobre lo que "motivó" al agresor y las luchas internas que lo llevarona cometer esta masacre. "Me da vueltas la pregunta de si la iglesia está haciendo alguna diferencia en este mundo, y conociendo a Cristo, el trabajando en la iglesia es la única esperanza que tenemos", escribió Rains.
* Sam Hodges, es redactor del Servicio Metodista Unido de Noticias (SMUN) en Dallas. Para contactarle (615) 742-5470 o [email protected]
** El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5111 o por el [email protected].