“No nos regimos por rangos sino por capellanía. Mi título lleva la santidad y lo respetan. No se trata de tener razón, sino de acertar”.
El Rev. Capitán Luigi Pérez Pérez, capellán de la Fuerza Aérea destacado en la Base Aérea Keesler, Mississippi ve el mundo como su parroquia. Con raíces cubanas, considera su vocación como una continuación de su fe metodista de toda la vida: "Somos los pacificadores y recorremos el mundo para ministrar a la gente. Es algo muy metodista".“Las historias que compartió el Rev. Peine me llenaron de vida y pasión y allí supe que Dios me llamaba a unirme a la Fuerza Aérea”. recordó.
El Rev. Capitán Luigi Pérez Pérez, capellán en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Foto cortesía de la Junta General de Educación Superior y Ministerio (GBHEM)
La trayectoria de Pérez en la Fuerza Aérea comenzó después de servir 12 años en el ministerio de una iglesia local. Un encuentro casual con un ex capellán de la Fuerza Aérea lo inspiró a hacer la transición al servicio militar. Pérez es ahora uno de los/as 154 capellanes con respaldo de la Iglesia Metodista Unida (IMU) que sirven en las fuerzas armadas: 60 en el Ejército, 49 en la Fuerza Aérea y 45 en la Armada, incluyendo la Infantería de Marina y la Guardia Costera.
Como capellán con respaldo metodista unido, el rol de Pérez va más allá del ministerio tradicional, pues brinda atención espiritual a los/as miembros del servicio, a menudo en entornos de alto estrés. En Keesler, dedica sus días a asesorar a los/as aviadores/as, dirigir servicios religiosos y preparar a las tropas para los despliegues. “Quiero que nuestros miembros estén espiritualmente preparados para afrontar la vida durante su servicio” explicó.
Pérez se muda a San Antonio para un Curso de Educación Pastoral Clínica, ya que este programa especializado, diseñado para mejorar la atención espiritual en situaciones extremas, lo preparará para continuar su ministerio en hospitales militares. "El curso nos ayuda a desarrollar nuestras fortalezas y a ser más conscientes de nuestras debilidades pues fomenta el crecimiento en la formación pastoral, la reflexión y la competencia" dijo.
La vida como capellán también conlleva sacrificios personales. Pérez lleva 19 años casado con Yusdenins y la pareja tiene tres hijos. "Tener una familia es una bendición y un desafío y nosotros, al igual que los/as soldados a quienes ministramos, tenemos que lidiar con las separaciones y el estrés posterior a los conflictos" comentó.
El compromiso de Pérez con su ministerio se basa en el apoyo de La Iglesia Metodista Unida: "Estoy profundamente agradecido con mis compañeros/as metodistas porque me acogieron, me apoyaron y me ayudaron a discernir mi llamado. Me soportaron".
Para Pérez, ser capellán no es solo un trabajo; es una misión. "No nos regimos por rangos. Nos regimos por capellanes y mi título lleva la santidad y lo respetan. No se trata de tener la razón, sino de acertar". concluyó.
* Perez es capellán de la Fuerza Aérea destacado en la Base Aérea Keesler, Mississippi.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.