La Rda. Lorenza Andrade Smith sólo mide 4.11 pero ha logrado inspirar a muchos a través de su ministerio de vivir en las calles. Por este ministerio, el UMC Reporter la declaró una de las personas notables del año 2012.
Andrade Smith, de 43 años, es miembro de la Conferencia Río Grande y logró que el Obispo Jim Dorff la nombrara para el ministerio en la calle.
El verano del 2011, abrió la casa pastoral donde vivía, y regaló a la congregación, familia y amigos todas sus pertenencias, vendió su automóvil y empezó a vivir en las calles de San Antonio, Texas, sin recibir salario.
De esta forma, quería mostrar solidaridad con los pobres y, recalca una y otra vez, aprender de ellos. Al principio fue difícil, cuando tuvo que soportar temperaturas de tres dígitos, y luchar con esa forma de vida, que trae fatiga, hambre y hasta el olor de su propio cuerpo.
"En momentos cuando me sentí de lo peor, fue la hospitalidad de la gente que vive en las calles la que me abrió los ojos", dice. "Vi a Jesús claramente en mis amigos. Dios estaba conmigo".
La historia de Andrade Smith llegó a los periódicos de San Antonio, lo que llevó a que la prensa de la Iglesia Metodista Unida también hablara de ella. Esto le ganó invitaciones a dar charlas. Gracias a donaciones, se transporta por medio de los buses Greyhound. Visitó iglesias, seminarios, universidades y eventos de las Mujeres Metodistas Unidas.
Andrade Smith no acepta honorarios y trata de alojar en refugios o se queda en la calle, cuando viaja. Asistió a la Conferencia General 2012, en Tampla, Fla., y durmió fuera del Centro de Convenciones, mientras los delegados dormían en los regios hoteles.
Antes de su ministerio en la calle, Andrade Smith fue arrestada en una demostración sobre el DREAM Act y el verano pasado pasó una noche en la cárcel por dormir en una banca de un parque.
Ella es la voz apasionada por la gente sin hogar y los inmigrantes. Insiste que su ministerio no se centra en la abogacía.
"Mi llamado nada tiene que ver con ninguna otra cosa que comunicar el amor de Dios", dice. "Comunicar el amor de Dios es, para mí, estar presente, escuchar y aprender. Cuando obedezco a mi llamado, tengo paz y me siento energizada".
Por orden del Obispo Dorff, Smith viaja con un iPhone y un Tablet, para mantenerse en contacto. Ya tiene más de 2,000 seguidores en Facebook.