Al hablar de la violencia, los Principios Sociales de la Iglesia Metodista Unida dicen lo siguiente: "Los cristianos deben trabajar juntos para detener la erosión de valores morales y éticos en la comunidad del mundo. Nos oponemos a toda imagen sexista, así como a aquellas que glorifican la violencia. Rechazamos el mensaje implícito que los conflictos pueden resolverse y que la paz con justicia puede establecerse a través de la violencia. En el marco de la libertad de expresión y la libertad de prensa, los medios de comunicación son responsables de respetar los derechos humanos".
Me parece que no podamos culpar a los medios de comunicación por todo el reciente incremento de violencia en nuestro país, porque todos hemos permitido que nuestra sociedad se vuelva más violenta. También es cierto que los medios de comunicación glorifican la violencia, lo mismo que los cientos de juegos de video violentos.
No sorprende que nuestras congregaciones tengan miedo y que piensen en cómo protegerse. He recibido muchas cartas e emails preguntando cómo podrían las congregaciones prevenir la violencia y protegerse contra los actos de violencia.
Estas preguntas llevaron al liderazgo de la conferencia a discutir estos temas. Nos reunimos con Charles Rownd, consultor en asuntos de seguridad. Rownd fue agente del FBI y la persona a cargo de la seguridad de la Copa de Fútbol Americano (Super Bowl) del año 2012. Tuvimos una buena discusión que paso a resumir:
- Enseñar a los niños, jóvenes y adultos que la violencia no es la solución para responder a conflictos.
- Compartir el evangelio y el mensaje de Jesús de que "los que a hierro matan, a hierro mueren" (Mat. 26:52), esto es, la violencia sólo genera más violencia.
- Considerar políticas que desalienten traer cualquier tipo de arma de fuego a las dependencias de la iglesia. Aunque es legal para policías y otras personas con licencia, conversen con los líderes de la iglesia sobre el peligro de traer armas a la iglesia.
- Reunirse con la policía local, para que caminen por las dependencias de la iglesia y discutan cuál sería la mejor forma de responder a una emergencia. En la reunión, deberá estar presente el agente de seguros, los fideicomisarios y otros oficiales locales que podrían ayudar a desarrollar un plan de respuesta para emergencias médicas, climatológicas y de violencia.
- Entrenar a los ujieres como "primera línea de defensa" para abordar emergencias que ocurran durante el culto. Entrénenlos para estar atentos a cualquier emergencia médica y para que tengan un plan de acción para ellas.
Ojalaque este artículo empiece una conversación y acción para moverse más allá del miedo paralizante. Nadie podrá garantizar la seguridad todo el tiempo, pero debemos hacer lo que se pueda para que nuestras iglesias sean lugares seguros y sin miedo.