Por: Rev. Gustavo Vasquez *
Nashville, 8 de diciembre de 2014.-
La Junta Global de Educación Superior y Ministerio (GBHEM) inició un programa de Educación Pastoral Clínica en español, para líderes hispano/latinos, con el fin de fortalecer la formación del liderato en las iglesias locales y contribuir con el desarrollo de la misión a nivel nacional. La ciudad de Nashville albergó entre los días 5 al 7 de diciembre este primer ciclo del mencionado programa, con la participación de 16 personas provenientes de los estados de Texas, Florida, Tennessee, Alabama, Wisconsin, Missouri y Georgia.
En cada ciclo del programa los/as estudiantes recibirán, una vez aprobados/as, un total de 6 créditos académicos en un período de dos años aproximadamente, en las cuales se dictarán cuatro sesiones presenciales intensivas (dos por año) y sesiones periódicas a distancia (en línea), de manera que se facilite la continuidad del aprendizaje, sin que la distancia sea un obstáculo.
La Iglesia Metodista Unida siempre ha enfatizado en la adecuada formación y capacitación de sus ministros/as, por lo que es un requerimiento para quienes ofrezcan consejería pastoral, tener formación profesional adecuada a través de los cursos de Formación Pastoral Clínica (conocidos como CPE en inglés). De acuerdo con el Rev. David Martínez, Director de Programas Especializados de Educación Teológica de GBHEM: “este programa es una respuesta a las necesidades expresadas por hermano/as que están en su proceso de formación pastoral y de ordenación. Cuando un grupo de líderes nos expresó su preocupación por las dificultades para acceder a estos cursos de CPE, comenzamos a trabajar y hacer conexiones con personas de experiencia en el área, en varias partes del país, para confeccionar este programa en español e integrar una facultad de profesores que estuviese al nivel académico requerido, al igual que cualquier seminario o universidad reconocida”.
“Este primer ciclo no está sirviendo de base, para abrir nuevas oportunidades a mediano plazo. Estaremos haciendo las evaluaciones correspondientes, para iniciar un nuevo programa en dos años y recibir a un nuevo grupo y que esto se convierta posteriormente en un programa permanente, de acuerdo a las necesidades existentes y a los resultados que obtengamos”.
“Tenemos que trabajar unidos, (agencias de la IMU, jurisdicciones, distritos, iglesias locales, pastores, etc…) para atender las necesidades y fortalecer la misión de la Iglesia Metodista Unida entre la población hispano/latina y en general”, agregó el Rev. Martínez.
Toda la familia al servicio pastoral
Marino y Ana Luisa Chacón conocieron el metodismo en El Salvador, siendo fundadores de la primera iglesia en 1996, después de que el hermano de Ana Luisa llegara de Nueva York con la idea levantar una iglesia metodista como la que había conocido en esa ciudad. Comenzaron la iglesia en su casa en San Salvador, después de haber recibido adiestramiento pastoral en el Seminario Teológico de Garret. La familia se agrupó en torno a la pasión de Marino: la música; y desde allí comenzaron su ministerio: él en la guitarra, Ana Luisa en el canto y sus hijos acompañándoles en la percusión y otros instrumentos. “Yo no tengo formación académica, pero para mí la música es una herramienta de Dios muy especial”, agrega Marino.
Al crecer y consolidarse la iglesia, en medio de un proceso de reconciliación y restauración después de una cruenta guerra civil, tuvieron que relocalizarse y en el nuevo templo abrieron un centro de educación y oficios (especialmente para mujeres) y una guardería infantil, para atender las necesidades de la comunidad. Marino y Ana Luisa trabajaron por 5 años en esa congregación naciente, hasta que fueron invitados a trabajar como misioneros en el estado de Wisconsin. “Allí comenzamos – cuenta Ana Luisa- con una sola familia que había quedado de una congregación hispana que existía anteriormente. Ahora tenemos una iglesia estable, gracias a Dios, donde ayudamos pastoralmente a muchos inmigrantes recluidos/as en uno de los retenes de inmigración que tenemos frente a la iglesia”.
A cargo de la iglesia quedaron sus hijos, entre ellos José Marino –el mayor- y su esposa Elsie Quintanilla, quien siempre ha estado participando activamente en el trabajo ministerial de la iglesia. Actualmente, esta joven pareja (ella ingeniero en sistemas y él con estudios de arquitectura) junto con su pequeña hija Lisbeth, han sido llamados a trabajar en el ministerio pastoral en la ciudad de San Luis, estado Missouri.
Allí han comenzado un ministerio enfocado en la familia, para el cual usan muy activamente nuevas tecnologías de información y redes sociales. “Estamos utilizando la tecnología para alcanzar a las personas que no vienen a la iglesia. En nuestra página de Facebook, por ejemplo, publicamos las predicaciones (concisas, cortas y bien estructuradas) y otras actividades y lo usamos como una herramienta de evangelización. Las familias de la iglesia las comparten con sus amigos y así ha ido llegando gente a la iglesia”, dijo Marino José.
Esta familia pastoral, sigue su proceso de formación continua, para poder obtener mejores herramientas para el trabajo ministerial que desarrollan en Wisconsin y Missouri, a través de programas como el de CPE que está ofreciendo GBHEM. “Nos sentimos agradecidos por la oportunidad de tomar estos cursos en nuestro idioma y esperamos que el programa nos ayude a sistematizar toda la experiencia que tenemos y poder seguir trabajando por el crecimiento y el desarrollo de la misión de la iglesia” concluyó marino Chacón.
Su nombre la describe: Esperanza
Esperanza Baltazar es una mujer de origen mexicano y con una expresión muy pastoral en su rostro. A pesar de las difíciles experiencias que le ha tocado vivir, la sonrisa y la alegría no se han borrado de su cara, sino que por el contrario se muestra como una mujer llena de entusiasmo y pasión por servir a Dios en su trabajo ministerial.
Después de mucho tiempo trabajando en consejería juvenil y estudiantil y de toda la experiencia de acompañamiento pastoral que ha ejercido, con gozo, como esposa de un pastor, esperanza ha decidido formalizar su vocación a través del programa de CPE de GBHEM, el cual le provee los cursos y el reconocimiento académico que requiere, para recibir las licencias y aprovechar las oportunidades ministeriales existentes en Texas donde reside actualmente.
Sobreviviente del cáncer, Esperanza habla con madurez y sabiduría sobre el camino que ha recorrido al servicio del Señor, quien en sus palabras “me ha llamado a servir en tareas de consejería y pastorado”. Junto con su esposo pastorea una misión en Alabama y allí ha recibido mucho apoyo del superintendente de su distrito, quien le animó a tomar los cursos de CPE y formalizar toda la experiencia que ha tenido en el área, de manera de contribuir amplia y efectivamente con el ministerio de acompañamiento y consejería en la Iglesia Metodista Unida. “Agradezco mucho a la iglesia por las posibilidades que ofrece este programa, el cual nos da acceso al reconocimiento de nuestras experiencias y al mejoramiento continuo de nuestro desempeño en las tareas pastorales”, concluyó Esperanza.
Rev. Gustavo Vasquez, es el Director de Comunicaciones de los Ministerios Hispano/latinos de la IMU. Puede contactarle a traves de [email protected] o 615.742.5111.