La magnitud del desastre ocasionado por el huracán María ha dificultado la distribución de insumos de emergencia en vastos sectores del país. Aún, cuando gobiernos municipales, locales y federales están trabajando contantemente por ampliar la cobertura de las ayudas, el clamor por insumos básico como agua potable y comida, son permanentes en diferentes poblaciones de la isla.
Las iglesias metodistas han sido convocadas por el liderato episcopal, a responder a las necesidades de sus vecinos/as y muchas han estado recibiendo ofrendas y donaciones de sus miembros y llevando a cabo operativos para atender la emergencia a través de la distribución de comida y agua.
Puerto Nuevo
En la Iglesia Metodista de Puerto Nuevo, la congregación se ha abocado a preparar empaques de alimentos y los están repartiendo en diferentes zonas que han sido afectadas, en colaboración con otras iglesias. Para continuar esta labor de mitigación de las necesidades, la Rvda. Virna Solís, pastora de la iglesia de Puerto Nuevo, hizo un llamado a todo el pueblo metodista a apoyar esta importante iniciativa con donativos y materiales: “necesitamos mucha agua, alimentos no perecederos, repelente para la plaga, pañales desechables, libros de pintar, creyones, mosquiteros, artículos de higiene personal, cremas antibióticas y medicamentos de libre prescripción”.
La Iglesia Metodista de Puerto Nuevo se ha convertido en un centro de acopio y de organización de insumo, para ser distribuidos en diferentes partes del país. Foto: Rev. Gustavo Vasquez, UMCOM.
Utuado
Utuado es uno de los pueblos que más ha sufrido las consecuencias del paso del Huaracan Maria, entre otras cosas, por su ubicación entre caminos montañosos de difícil acceso. El bloqueo de las vías, desbordamiento de los ríos y derrumbes dificultan el suministro de bienes esenciales. Jose Daniel García, pasto de la Iglesia Metodista “El Buen Pastor”, ubicada en el centro de Utuado, ha podido palpar de cerca las dificultades de la gente para abastecerse: “queremos que esta iglesia se convierta en un centro de acopio para distribuir insumos de primera necesidad y estamos haciendo acercamientos y contactos para conseguir el apoyo necesario. En este momento la gente tiene hambre y sed y eso es lo primordial. Necesitamos comida y agua para ofrecerles”.
La Iglesia Metodista El Buen Pastor, en la población de Utuado, ha venido recuperándose después del paso el huracán María y se prepara para servir a la comunidad, que se ha visto seriamente afectada en los suministros de sus necesidades básicas. Foto: Rev. Gustavo Vasquez, UMCOM.
Barrio Obrero
En la región metropolitana la Iglesia Metodista San Pablo, ubicada en el sector Barrio Obrero, ofrece desayuno, almuerzo y cenas a los vecinos de la comunidad que están en necesidad. Desde que comenzó la emergencia por el huracán Irma, la iglesia amplió este servicio y después del embate del huracán María, se han ofrecido alrededor de 5.000 comidas. La Pastora Nilka Marrero y el grupo de voluntarios/as que trabajan para alimentar a la comunidad, se abastecen de las donaciones que otras iglesias, instituciones y miembros de la comunidad, hacen para paliar la situación. Sin embargo, necesitan más provisiones para aumentar la capacidad de servir a más personas: toda donación de comida es valiosa e importante en este momento, recordó la Pastora Marrero.
"Actualmente más que dinero, necesitamos comida, gas para cocinas y combustible. Tenemos personas ancianas en la comunidad que no pueden desplazarse, y les llevamos la comida a sus casas", informó la Pastora Nilka Marrero de la Iglesia Metodista San Pablo en Barrio Obrero. Foto: Rev. Gustavo Vasquez, UMCOM.
Vieques
La devastación y el impacto provocado por el huracán Maria, también golpeó a la Isla de Vieques donde hay dos congregaciones de la Iglesia Metodista de Puerto Rico. El episcopado designo a los pastores Rubén Rivera, Ramón Hernández (superintendente del área), Oscar Figueroa y la Dra. Polanska Rivera, para que hicieran una evaluación de la situación con el fin de planificar acciones que permitan mitigar las necesidades de las comunidades vecinas de las iglesias. “En Vieques el ejercito y la marina han hecho presencia en las instalaciones que antiguamente ocupaba la fuerza naval. Sin embargo, hay grandes necesidades entre los habitantes, especialmente agua potable y médicos que atiendan a la población. Los pobladores reciben agua desde Puerto Rico, pero lo que reciben no es potable, sino para otro tipo de usos. El agua y la atención médica son necesidades verdaderamente urgentes, dijo el Pastor Rivera.
Zona del malecón en el pueblo de Vieques. Foto Luis Alcala del Olmo, cortesía de Primera Hora.
* El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5111 o por el [email protected].