El reverendo Mario Aman creció en un hogar católico en Venezuela, pero no dio su vida a Dios hasta que tenía 25 años. Durante los siguientes tres años, se convirtió en un miembro activo de la iglesia evangélica, sirvió en la Junta de Síndicos, ayudó en la escuela dominical y coordinó las actividades juveniles.
A los 28 años, Aman sintió el llamado al ministerio. Se matriculó en el seminario a tiempo parcial mientras que trabajaba como gerente en un banco en Venezuela, y continuó su participación en la iglesia. Luego de un tiempo, su trabajo fue reubicado.
En ese momento, Aman decide tomar en serio su vocación. Renuncia a su trabajo y se convierte en vicepresidente y director nacional de un programa de misión. Después de servir tres años allí, Aman fue transferido a los Estados Unidos y trabajó en Houston durante un año antes de mudarse a Florida para iniciar una nueva iglesia en 1997.
En diciembre de 2002, Aman recibió una llamada de la Iglesia Metodista Unida Frazer en Montgomery para invitarlo a ser el pastor hispano.
Según el Centro para la investigación demográfica de la Universidad de Auburn, los hispanos representan sólo el 3,9 por ciento de la población del estado. Las personas hispanas de Alabama proceden de más de 15 países; el 66,2 por ciento es de origen mexicano. Esta configuración es bastante diferente a la de localizaciones anteriores en donde Aman trabajó, en Texas y Florida, donde los hispanos representan un gran porcentaje de la población.
Como una semilla de mostaza
El área de Montgomery es el hogar de aproximadamente 8.000 hispanos, muchos de ellos provienen de pequeñas ciudades y pueblos de México y América Central. Muchos son analfabetos. Aman ha tomado medidas para que aprendan a leer y escribir. "Estas son habilidades necesarias en los Estados Unidos", dijo.
Además de hacerlos menos vulnerables, las habilidades de alfabetización ayudan a los hispanos a estudiar la Biblia y crear una relación más íntima con Dios.
En 2012, durante un servicio especial para celebrar la nueva ubicación de la congregación, Aman comparó el ministerio hispano como una semilla de mostaza, "que es la más pequeña de las semillas, pero crece en uno de los árboles más grandes".
"Queremos expandir el Reino a través de la comunidad hispana", dijo. En la Iglesia Metodista Unida Frazer, Aman espera ver crecer y prosperar el ministerio mucho después de que él se haya ido.
Aman dijo que la Junta de Ministerio Ordenado de su conferencia anual le ha dado un 100% de apoyo en su llamado al ministerio.
Gracias a las donaciones metodistas unidas al Fondo de Educación Ministerial, individuos como Mario Aman pueden escuchar -y responder- al llamado de Dios al ministerio.
El Fondo de Educación Ministerial es la parte esencial en la preparación de personas para hacer discípulos de Jesucristo. Los 13 seminarios metodistas unidos en los Estados Unidos ayudan a los estudiantes a descubrir su vocación a través de un programa de estudios desafiante. El Fondo permite a la iglesia aumentar el apoyo financiero para la contratación y formación de ministros ordenados y diaconales, y equipar a las conferencias anuales para satisfacer sus crecientes demandas.
* Conover fue un estudiante en prácticas de verano en Comunicaciones Metodistas Unidas, Nashville, Tennessee.