LA HABANA (UMNS)- La pequeña casa en Placetas, comprada por la Iglesia Metodista en Cuba para iniciar una misión, se estaba deteriorando aceleradamente. Sin embargo, antes de ser pastor, Ricardo Rivero trabajó como albañil asistente y esas habilidades para la construcción, ayudaron a que se preparara, junto con su esposa, Ana María Torres, para trabajar arduamente en la creación de un espacio de adoración habitable. No hay dinero para pagar trabajadores, pero su padre ha ayudado cuando puede.
El Rev. Marcio Alcolea "choca los cinco" con Ricardo David, hijo del pastor Ricardo Rivero y su esposa Ana María Torres, quienes están iniciando una misión metodista en su hogar. Foto de Mike DuBose, UMNS.
Torres nos mostró una serie de fotos en su computadora portátil - parte del sistema de sonido para la adoración - que describían la condición anterior de la casa, incluyendo daños causados por inundaciones después de una lluvia. En tres meses, han llenado el suelo para evitar hundimientos, quitaron un techo falso e instalaron uno nuevo, han reparado las paredes e instalado una cerca.
No hay plomería todavía en el baño o la cocina. "No hay fregadero para lavar. Estamos aquí por fe", dijoe Rivero. Sin embargo, con la ayuda de su hijo Ricardo David, un niño muy animado, la pareja está atrayendo a casi 30 personas a adorar en esta pequeña casa. "Sé que Dios está haciendo cosas nuevas en Placetas", dice el pastor. De alguna manera, su historia refleja la historia de la Iglesia Metodista en Cuba perseverando en la fe, a través de la dura lucha cotidiana y construyendo relaciones.
Melody Davis (primer plano) y Luís Francisco Bravo Olazabal ayudan a pintar un dormitorio en Campamento Canaón, un centro de retiro metodista cerca de Santa Clara. Foto de Mike DuBose, UMNS.
Renovación de conexiones
El reavivamiento de la relación entre los/as metodistas en Cuba y los/as metodistas unidos en Estados Unidos, a lo largo de décadas, no sólo ha renovado los lazos históricos de la iglesia cubana con la Conferencia Anual de la Florida, sino que también construyó un oleoducto de asistencia práctica e intercambio espiritual.
A través del programa de Voluntarios Metodistas Unidos en Misión (UMVIM), auspiciado por la Junta General de Ministerios Globales (GBGM), equipos de trabajo de los Estados Unidos han estado viajando a Cuba desde noviembre de 1995. “Inicialmente, el foco estaba en el Campamento Canaán, un espacio de retiro grande de la iglesia fuera de la ciudad de Santa Clara”, recuerda Aldo González, coordinador nacional de “UMVIM en Cuba”.
CUBA SE GOZA EN EL ESPÍRITU
Un reportaje especial sobre la Iglesia Metodista en Cuba
Un campamento anterior se perdió después de la revolución. Pero en la década de 1990, la iglesia fue capaz de comprar tierras de un agricultor y se acercó al gobierno en torno a la creación de un nuevo campamento. Fue entonces cuando "el gobierno nos permitió, por primera vez, tener edificios nuevos", dice González.
“Un acuerdo con la Oficina de Asuntos Religiosos de Cuba, permitió que un equipo de 12 miembros pudiera venir mensualmente a trabajar en las tareas de remodelación, y luego se amplió a dos grupos cuando se inició la renovación del edificio que alberga un nuevo seminario en La Habana. Ahora, en promedio, 20 equipos de UMVIM visitan Cuba cada año”, destacó González. El último proyecto es la construcción de seis viviendas para profesores de seminario.
Pero el Campamento canana, a unos 20 minutos de Santa Clara cerca de la ciudad de Miller, sigue siendo el destino favorito de muchos. En noviembre, un equipo voluntario de seis personas estaba trabajando allí, dirigido por Derial L. Ogburn, presidente del programa UMVIM de la Conferencia de Carolina del Sur y esa era su octava visita a Cuba. “La primera vez – dice Ogburn- vine esperando no ser bienvenido", pero su experiencia fue totalmente opuesta. "Me he enamorado del lugar aquí y me he enamorado de la gente".
Junto a Ogburn llegaron Vernette Williams y Trudy Ranges,también miembros de la IMU de Lyttleton Street en Camden; Cornelius Nanton, de la IMU de Lugoff en Carolina del Sur; Harry J. Lyness, de la IMU de Dearborn Hills, en Lawrenceburg, Indiana; y Melody David, de la IMU Peachtree en Atlanta.
El Obispo Ricardo Pereira invita a la gente a comprometerse con Cristo pasando al frente del altar, durante la adoración en la Iglesia Metodista Metropolitana Mariano en La Habana. Foto de Mike DuBose, UMNS.
Mientras que los hombres mezclan cemento para una acera detrás de un edificio de dormitorio, las mujeres, brochas y rodillos en mano, están adentro aprendiendo como pintar una habitación. Mientras Williams pintaba el borde de la pared cerca del techo, le gusta ver los caballos y las cabras en el patio de la ventana. Este es su tercer viaje a Cuba, pero su primera experiencia en el campamento. Después de terminar, Williams tomó una foto de la habitación y dijo, "se ve mucho mejor que el lunes".
Entre el personal cubano esta Alba Marina Acosta, una ex profesora de inglés, que durante los últimos nueve años, ha servido como traductora de la iglesia para equipos de voluntarios: "(los equipos) me hacen muchas preguntas sobre Cuba, la cultura cubana y mi familia. No tienen ninguna idea clara sobre Cuba cuando están en los Estados Unidos", dijo Alba Marina.
CUBA SE GOZA EN EL ESPÍRITU
En los vecindarios de La Habana, la gente parece conocer a todo el mundo y escucharlo todo. "La cosa en Cuba es que hemos aprendido a ayudarnos unos a otros y a ser solidarios. La vida aquí es muy sociable".
Los dormitorios son cruciales en el Campamento Canaán porque los eventos anuales más importantes de la Iglesia Metodista ocurren allí, dice Onel Goméz, director del campamento desde 2014. El vive en la propiedad con su familia y aclara que otras denominaciones también usan el campamento.
En la actualidad, hasta 700 personas pueden permanecer en la propiedad al mismo tiempo, lo que significa que los eventos que atraen a un número mayor de personas, como los retiros para mujeres y para jóvenes, se reúnen dos veces al año. Además de los dormitorios, el campamento incluye un espacio de adoración con 490 asientos fijos y con capacidad para más asientos movibles. El campamento cuenta con casas pastorales, una cafetería, una pequeña tienda y una piscina.
"La construcción de este campamento fue un sueño para nosotros", reconoce Goméz, quien anteriormente fue empleado del gobierno cubano como ingeniero de construcción de túneles. El sueño no está terminado porque la iglesia tiene el apoyo del gobierno para construir tres dormitorios más y otro edificio que es más como un hotel. "Agradecemos a Dios por los equipos UMVIM, porque han sido una bendición para el pueblo cubano", añade.
Más bendiciones
“La flexibilización de las restricciones externas a Cuba también ha sido una bendición. Durante muchos años, debido al embargo estadounidense, los grupos de UMVIM fueron el único conducto para enviar los fondos recaudados por los metodistas unidos a través de El Avance (fondo de misión para trabajos coluntarios), para apoyar a las iglesias y proyectos cubanos”, dice González.
“Pero los tiempos han cambiado – señala González- GBGM finalmente obtuvo una licencia para enviar fondos a través de Canadá. Los/as cubanos/as en los Estados Unidos envían un estimado de $1,4 a $4 mil millones anualmente a los/as miembros de la familia, ayudando a hacer crecer la economía. Los/as miembros de la iglesia cubana están brindando apoyo a través de sus diezmos. En la actualidad los/as miembros de Marianao, la iglesia del obispo, pueden diezmar ‘hasta el punto de que puedan ayudar a otras cuatro o cinco iglesias a sobrevivir’".
Los feligreses cantan durante la adoración dominical en la iglesia metodista Mariano. Foto de Mike DuBose, UMNS.
Durante un sermón el 13 de noviembre en la iglesia, el Obispo Ricardo Pereira resaltó la importancia de dedicación tanto a la congregación local como a la iglesia en general. Cuando Marianao celebró un nuevo aniversario el pasado 6 de noviembre de 2016, el santuario, la planta baja y el patio estaban llenos de gente. El equipo de adoración está entrenando más músicos de la iglesia, las clases de extensión del seminario se han abierto a través del país y equipos de atención de emergencias están proporcionando asistencia a las víctimas huracán (Mateo).
"Cuando el gobierno dice que necesitamos que la iglesia esté más presente en educación y en salud, sabemos que la iglesia está allí”, señaló el obispo mientras resaltó el hecho de que “más personas están viniendo a Cristo. Estos son tiempos buenos. Estos son los tiempos de salvación en Cuba", concluyó.
*Bloom es un reportera multimedia de United Methodist News Service basado en Nueva York. Ella y el fotógrafo Mike DuBose de la UMNS visitaron Cuba en noviembre. Comuníquese con ella en https://twitter.com/umcscribe o póngase en contacto con ella al 615-742-5470 o [email protected].
**Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]