El Comité Ejecutivo del Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina y el Caribe (CIEMAL), ha publicado un comunicado oficial, en el cual expresa su solidaridad con las familias de las victimas de la masacre acontecida en la ciudad de Orlando, Florida, el pasado 12 de junio de 2016.
El siguiente texto es el comunicado de CIEMAL, refrendado por su presidenta la Rev. Lizzette Gabriel-Montalvo:
MANIFIESTO DE SOLIDARIDAD CON LAS FAMILIAS Y LAS VICTIMAS DE LA MASACRE EN ORLANDO, FLORIDA Y LLAMADO A LA AFIRMACIÓN DE LA VIDA, A LA CONVIVENCIA EN PAZ Y LA ERRADICACIÓN DE TODO ACTO DE VIOLENCIA EN NUESTRA SOCIEDAD.
El pasado domingo recibimos imágenes y noticias de una nueva masacre en los Estados Unidos de América. Decenas de jóvenes, estadounidenses y latinoamericanos habían sido asesinados en un “atentado terrorista” o un “masivo crimen de odio” en la ciudad de Orlando, Florida. Una vez más, prevaleció el odio y el fundamentalismo extremo, sea por razones políticas, sociales, religiosas o personales. Más de cien familias atraviesan por el dolor de la muerte y los estragos de la violencia radical. La mayoría de estas familias son latinoamericanas y el 50% de las mismas son puertorriqueñas.
Ciertamente, el tema de la homosexualidad siempre traerá diversidad de opiniones y expresiones dentro del pueblo cristiano y la Iglesia Metodista en el mundo. Parafraseando el pensamiento del Rev. Juan Wesley, afirmo que, “el no pensar de la misma manera, no nos impide amar al prójimo”. La vida es una dádiva de Dios. Es Dios, y solo Dios, quien da la vida y la quita. El fundamento de esa dádiva, fue, es y será el amor del Creador.
Hoy más que nunca debemos afirmar la vida y que un mundo mejor es posible. Ninguna expresión que atente contra este fundamento debe gozar de aceptación alguna. Martin Niemöller, pastor, poeta y teólogo salido de un campo de concentración en la Alemania nazi, tituló su sermón de Semana Santa (1946) “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?” y un extracto de este sermón dice:
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,guardé silencio, porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, porque yo no era judío,
Cuando vinieron por los católicos, guardé silencio, porque yo era protestante.
Cuando vinieron por mí, no había nadie más que pudiera hablar por mí.
El Comité Ejecutivo del Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina y el Caribe (CIEMAL), queremos manifestar nuestra profunda solidaridad y acompañamiento con todas las familias que pasan por este Valle de Sombras y de Muerte; y con las víctimas sobre vivientes de este atentado. Así mismo, manifestamos nuestro más profundo rechazo a todo tipo de atentado contra la vida, deshumanización y la violencia que generan el caos que atenta contra sociedad. Estos son actos que lastiman profundamente y desvían todo sentido de una cultura de paz y esperanza.
Esta experiencia de profundo dolor, nos sigue colocando ante el gran desafío de seguir trabajando en un mundo donde todas las razas, los pueblos y las religiones puedan convivir en colaboración, armonía, esperanza y paz.
Oramos para que impere el respeto por la vida. Oramos por la fortaleza y el consuelo de estas familias. Oramos por la restauración y sanidad de las víctimas. Oramos para que seamos comunidades comprometidas con la paz, a pesar de nuestras diferencias. Oramos para que podamos vivir y testimoniar el consejo de Dios por medio del Salmista: “Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y síguela”. (Salmo 34:14).
¡Que así nos ayude Dios. Así sea, Amén!
Rev. Lizzette Gabriel-Montalvo,
Presidenta
Caguas, Puerto Rico.
15 de junio de 2016.
* Para ver la publicación original en la páginal de CIEMAL, presione aquí