25 de abril, 2012 | Noticias UMNS
La Iglesia Metodista Unida está determinada a incrementar el número de congregaciones con vitalidad, y en este caso la expresión clave es “llamar a cuentas”. El informe 2010 del Llamado a la Acción propulsó el deseo de centrarse en la vitalidad de las iglesias, lo cual generó la necesidad de reformar la forma en que el clero es llamado a rendir cuentas, consolidar las agencias y dar a los obispos la “responsabilidad… de establecer una nueva cultura de rendir cuentas a través de toda la iglesia”.
En la práctica, ¿cómo luciría una “cultura de rendir cuentas”? Los delegados a la Conferencia General 2012 tendrán una parte muy importante en esta materia, durante su reunión en Tampa, Florida.
Los delegados tendrán que decidir sobre varias propuestas sobre consolidar las agencias generales de la iglesia y racionalizar sus directorios. También deberán decidir respecto a legislación que busca eliminar el empleo garantizado para los presbíteros de los Estados Unidos.
Muchas conferencias generales ya están usando “tablas” métricas para medir la eficiencia de la asistencia a cultos, profesiones de fe y compromiso misional, para ayudar a medir el rendimiento de los ministros.
Betty Katiyo, delegada de Zimbabue oeste, duda que estos cambios realmente produzcan un cambio donde se debe hacer cambios.
“Si no logramos tener congregaciones con vitalidad, ¿quién es responsable por el fracaso?”, preguntó en una reunión informativa del 23 de abril. “En mi opinión, el responsable es el obispo”.
Con todo lo que se habla de llamar a cuentas al clero y al personal de las agencias, muchos metodistas unidos, como Katiyo, están preguntando cómo se puede llamar a cuentas a los obispos en una forma más efectiva sobre el bienestar de la iglesia, incluyendo a los obispos mismos.
Discusión entre los obispos
El tema se levantó en la reunión de los obispos que precedió a la Conferencia General.
“Creo que, en algún momento, se necesita un proceso identificable, no sé cómo se llamaría, para llamarnos a cuenta unos a otros”, dijo a sus colegas Charles N. Crutchfield, obispo del área de Arkansas. “Como yo estoy por jubilarme, me parece que debería extenderse, en cierta medida, a los obispos retirados, no sólo a los activos”.
El Concilio de Obispos aprobó la moción de Crutchfield para que el comité ejecutivo desarrolle un mecanismo para que ocurra dicho llamado a cuentas.
El Libro de Disciplina limita la forma en que los obispos pueden interactuar con sus colegas, dice Larry M. Goodpaster, obispo del área de Charlotte (N.C.).
“Podemos animarnos unos a otros”, dice. “Podemos hacer sugerencias. Pero ninguno puede ir al área del otro y decir: ‘No estás haciendo tu trabajo. Necesitas hacer esto’. Me parece que tiene que ver más con conversaciones saludables, algo como ‘qué está ocurriendo, qué es lo que no funciona’”.
La Conferencia General
Mientras tanto, los obispos esperan para ver qué decisiones toma la Conferencia General 2012 sobre el Concilio de Obispos.
El Concilio de Obispos ha presentado una enmienda a la constitución de la iglesia que permitiría que el concilio eligiese a un obispo como su presidente a tiempo completo por cuatro años, sin que tenga el cargo adicional de supervisar un área episcopal.
Algunos obispos argumentan que esta propuesta ayudará a promover congregaciones con vitalidad. Otros argumentan en contra que dicha posición rompe el equilibrio de poder entre obispos, clero y laicado.
Empleo garantizado
Otra propuesta presentada a la Conferencia General es la que busca llamar a cuentas es la eliminación del empleo garantizado para presbíteros ordenados en los Estados Unidos. La medida permitiría que obispos y gabinetes dieran posiciones a tiempo parcial a los presbíteros con buena reputación. También permitiría que los obispos y sus gabinetes, con la aprobación de las juntas de ministerio ordenado y la sesión del clero de las conferencias anuales, pongan a los presbíteros en licencias de transición sin sueldo hasta 24 meses. Los presbíteros en esta condición podrían participar en los planes de salud haciendo sus propias contribuciones.
La petición también requeriría a los comités jurisdiccionales sobre el episcopado, los cuales supervisan a los obispos del país, que llamen a cuenta y evalúen cuán efectivos son los obispos, incluyendo si están practicando la itinerancia abierta de mujeres y gente de color.
“Se nos debe someter a las mismas normas de llamado a cuentas y, quizá, aún más”, dijo Grant Hagiya, obispo del área de Seattle y miembro de la comisión. “Nuestros comités del episcopado deben tener el poder para abordar estos asuntos con los obispos como un procedimiento normal operativo. Más todavía, los obispos debemos ser los primeros en apoyar un llamado a cuentas empezando con nosotros mismos”.
Límites a la tenencia del cargo episcopal
Katiyo, de Zimbabue oeste, recomienda que el llamado a rendir cuentas sería más efectivo si se limitara el período del cargo de los obispos.
Se han presentado, por lo menos, 6 enmiendas a la constitución para crear tal medida. Se busca limitar el servicio de los obispos a 8 años de servicio activo o permitir que las jurisdicciones o conferencias centrales determinen sus propios límites.
*Heather Hahn es periodista multi-media para el Servicio de Noticias Metodista Unido. Contacto: Heather Hahn, Nashville, Tenn., (615) 742-5470 ó [email protected].