Líderes religiosos lanzan nuevo Movimiento Santuario en Los Ángeles

Para la mexicana Yesenia Cortes, la idea de regresar a México después de vivir en Estados Unidos por 18 años no está en sus planes.

Sin embargo, su estatus de indocumentada la hace vulnerable ante las posibles deportaciones masivas que Donald J. Trump quiere iniciar una vez asuma la presidencia. Pero así como millones de personas en el país están luchando por permanecer aquí, Cortes también se aferra a que su fe la protegerá.

“Como hija de Dios, yo sé que mis hijos y yo no vamos a regresar a México”, dijo la mujer de 39 años de edad y madre de dos hijos, uno de ellos, de 21 años, beneficiario de la Acción Diferida (DACA) y un ciudadano americano de 14 años.

Para luchar contra la retórica antiinmigrante, Cortes se unió a un grupo de líderes religiosos para anunciar el movimiento evangélico a favor de los inmigrantes y sus familias, en esencia un nuevo Movimiento Santuario. La Coalición de Pastores Latinos de Los Ángeles (COPALA) está formada por más de 40 pastores del condado, provenientes de iglesias de diferentes denominaciones incluyendo pentecostales, bautistas, presbiterianas y asamblea de Dios, entre otras.

“Sentimos que ésta es nuestra vocación y muchas de nuestras ovejas tienen temor y sentimos el mandato de Dios que es ayudar”, dijo Carlos Rincón, pastor de la iglesia Centro de Vida Victoriosa, lugar donde se llevó a cabo la conferencia de prensa. “No solamente estamos orando por ustedes y ayunando, pero organizándonos es otra forma de abogar”, añadió.

Educar a la comunidad inmigrante es parte importante del proceso. Los inmigrantes indocumentados deben conocer sus derechos, explicó Jerry Guardado, organizador con la Coalición de Derechos Humanos pro Inmigrantes (CHIRLA), que es parte del movimiento. Por ejemplo, si la policía detiene a una persona, ésta tiene derecho a permanecer callada. Si agentes de inmigración tocan la puerta de su casa, la persona tiene derecho a no abrir si los agentes no traen una orden judicial firmada por un juez. Y es importante que las familias mantengan un fondo de ahorros en caso de una emergencia.

 

Listos para ofrecer santuario

Los presentes pidieron que la comunidad continúe con su vida normal, que envíen a sus hijos a las escuelas y no teman de acudir a la policía cuando sea necesario. Sin embargo, si la amenaza de deportación continúa una vez que el nuevo presidente asuma el cargo, las iglesias de diferentes etnias y cleros se están preparando para afrontar esta realidad.

Los pastores dijeron que están dispuestos a convertir sus centros religiosos en lugares santuarios.

“Esto debe ser bien planeado y bien organizado porque no es muy fácil tener a familias [en las iglesias] porque no todas las iglesias están acondicionadas, pero estamos dispuestos a llegar hasta eso si es necesario”, dijo Martin García, pastor y activista comunitario. “Se desconoce el precio [monetario] de tener a familias dentro, pero es por eso que la organización es necesaria. Van a haber iglesias que no van a poder tener a personas en sus centros, pero están dispuestas a apoyar de diferente manera”, aseveró.

Ante el temor de que se prohíba a los centros religiosos actuar como lugares santuarios por orden de Trump, la abogada de inmigración Jessica Domínguez dijo que la comunidad no se debe alarmar.

“Felizmente, la constitución de los Estados Unidos separa iglesia y estados y leyes federales y estatales y las iglesias van a poder seguir gozando de los derechos que hasta ahora tienen”, dijo la abogada.

Los miembros de COPALA dijeron que en los próximos días realizarán más reuniones para planear foros de educación, información y asistencia a las familias.

“Lo que pasa es que este no es un problema demócrata o republicano, este es un problema y punto”, dijo Mario Fuentes, organizador con LA Voice, una red de organizaciones interreligiosas en Los Ángeles, en referencia al temor que los inmigrantes sienten desde que Trump fue declarado ganador a la presidencia.

“Pero les decimos a los políticos anti inmigrantes que si se meten con uno de nuestros miembros se meten con todos”, añadió Guardado.

Esta no es la primera vez que grupos religiosos ofrecen santuario a inmigrantes indocumentados.

Entre 2007-2010, Liliana Sánchez de Saldívar se refugió en la Iglesia Unida de Cristo de Simi Valley para evitar la deportación.

Elvira Arellano también hizo lo mismo en una iglesia de Illinois, donde estuvo por largo tiempo y se convirtió en la imagen del movimiento santuario a mediados de la década pasado. Al salir del reciento visitar Los Ángeles, la mexicana fue detenida por agentes migratorios que poteriormente la deportaron.

Enlace original: http://laopinion.com/2016/11/29/lideres-religiosos-lanzan-nuevo-movimiento-santuario-en-los-angeles/

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