Es demasiado pronto para decir exactamente cómo la Iglesia Metodista de Puerto Rico ha sido afectada por el huracán María. Sin embargo, los/as metodistas allí - mientras tratan de evaluar los daños y empiezan los esfuerzos de socorro - enfrentan los mismos desafíos que todos los demás en este territorio de los Estados Unidos: falta de energía eléctrica y comunicación, acceso limitado a alimentos, agua y combustible, y una infraestructura dañada.
Cuando el Rev. Héctor Burgos, parte de la Conferencia Anual de Nueva Jersey, finalmente habló por teléfono con su hermano en Puerto Rico, muchos días después del 20 de septiembre, cuando el huracán impactó la isla, se dio cuenta de que sabía mucho más que los miembros de su familia sobre la devastación causada por María en la isla.
"Temo que el conocimiento de la magnitud del impacto se limita a sus vecindarios", dijo Burgos, nativo de Barranquitas, Puerto Rico, y director de ministerios conexos de Nueva Jersey. Me sentí humilde por el hecho de que mi hermano, un ingeniero que vive en Bayamón, había pasado un domingo entero "yendo de arroyo en arroyo alrededor de su casa recolectando agua" para almacenar lo suficiente para la semana. Las dificultades afectan a todos, dijo Burgos al Servicio de Noticias Metodista Unido el 2 de octubre.
El Comité Metodista Unido de Auxilio (UMCOR) ha estado en contacto con el obispo Héctor Ortiz, líder de la Iglesia Metodista de Puerto Rico, y su personal. Pero establecer los esfuerzos de socorro no será fácil ni rápido. Mientras que la iglesia puertorriqueña estaba bien preparada para responder después del huracán, dijo Catherine Earl, directora de respuesta a desastres y relaciones con los socios de UMCOR, el daño masivo a la infraestructura de la isla dificulta la implementación de esos planes.
Samuel Pérez, miembro de la Conferencia de Nueva Jersey, llevó un cheque de $50.000 a Puerto Rico a su llegada el 3 de octubre para visitar a su familia. En un mensaje a la conferencia, el Obispo John Schol explicó que el obispo Ortiz se reuniría con Pérez en el aeropuerto para recibir el cheque, que es parte de la respuesta inicial recibida para ayudar a Puerto Rico después del huracán. Más de 15 pastores en la Conferencia Anual de Nueva Jersey son de Puerto Rico y tienen familia que está luchando en la isla, y cientos de nuestros laicos/as también tienen familia allí.
El presidente Donald Trump también era esperado la isla para reunirse con los primeros servicios de emergencia y residentes. Puerto Rico es un territorio de los Estados Unidos, y los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses desde 1917.
Los/as metodistas puertorriqueños/as están visitando las ciudades que están abiertas y accesibles, declaró a Comunicaciones Metodistas Unidas el Rev. Luis Daniel Román, quien trabaja en la oficina del obispo. El proceso de evaluación continua, pero el alcance del daño y las necesidades de la población son desconocidos. El obispo estuvo atrapado en su propio barrio después de que el huracán había pasado.
"La realidad es que los/as líderes de la iglesia puertorriqueña han sabido poco de muy pocos, debido a los problemas de las comunicaciones", dijo Burgos.
En el sitio web de la iglesia de Puerto Rico se informó que dos iglesias, Río Piedras Heights y Torrimar, trajeron víveres a la comunidad de Villas del Sol en el pueblo de Toa Baja, que fue prácticamente devastado por el huracán.
CNN informó el 2 de octubre que nadie en Toa Baja tiene electricidad y sólo una cuarta parte de sus 80.000 habitantes tienen agua corriente. Cerca de la mitad de las gasolineras de la ciudad estaban abiertas, y los supermercados estaban racionando la comida.
"La Iglesia Metodista de Puerto Rico con nuestro programa comunitario Re-ACE (Reconstruyendo Comunidades con Esperanza) está coordinando esfuerzos para establecer y distribuir ayuda a personas a través de nuestra red de iglesias; y con la ayuda de La Iglesia Metodista Unida y UMCOR se han recolectado provisiones y están coordinando su distribución a través de nuestras diferentes locaciones", dice un mensaje en el sitio web de la iglesia.
UMCOR trabajará para desarrollar la manera más efectiva de obtener suministros de socorro para la isla, dijo Earl. La iglesia también tendrá que encontrar la manera de llevar los suministros a los sitios de distribución.
"Con el tiempo, se necesitarán voluntarios/as de dentro y fuera de la conexión Metodista para apoyar estos esfuerzos. La Iglesia Metodista de Puerto Rico establecerá y coordinará ese mecanismo para recibir a los/as voluntarios/as de la manera más útil. Ahora mismo, todavía están en situación de emergencia”, dijo.
La Conferencia de Nueva Jersey "ya está formulando cómo participará en la reconstrucción", dijo Burgos, y añadió que Schol ha sido muy colaborador con esos planes.
Después de haber pasado años en el trabajo de recuperación después del huracán Sandy, cuyo quinto aniversario es el 30 de octubre, Nueva Jersey está consciente de los retos que se presentarán, no sólo para los sobrevivientes del huracán María sino también en las áreas afectadas por los huracanes Harvey e Irma.
La conferencia ya ha recaudado más de $200.000 para la ayuda humanitaria de UMCOR a las víctimas de los tres huracanes, dijo Schol en su mensaje del 2 de octubre, y los equipos voluntarios ya estaban preparados para llegar a Florida y Texas.
Otras conferencias metodistas unidas en los Estados Unidos se están preparando para ayudar en Puerto Rico; entre ellas está la Conferencia de Missouri, que sabe de las conexiones que los metodistas en Puerto Rico tienen con sus comunidades, dijo el Rev. Lucas Endicott, un estratega de misión para la conferencia.
"Antes del huracán, los/as líderes de la Iglesia Metodista de Puerto Rico se comprometieron a conectarse con personas de la comunidad de manera emocionante e innovadora", dijo a UMNS en un correo electrónico. "En la recuperación después de María, la iglesia ya está respondiendo a los/as necesitados/as".
La Conferencia de Missouri ha estado en contacto con los líderes de la iglesia puertorriqueña y está alentando a sus propias iglesias locales a "dar donaciones monetarias para que la iglesia de Puerto Rico pueda responder más rápido; a medida que la situación se estabilice, los/as metodistas estarán involucrados en la reconstrucción de las casas y las escuelas. Esperamos coordinar equipos de Missouri para ayudar a largo plazo en esta recuperación ", dijo Endicott.
Para Burgos esta asistencia es crucial, y también es alentador ver las demostraciones de amor, preocupación y apoyo de los/as puertorriqueños/as en la diáspora. "Es nuestra patria", dijo.
Por haber vivido cuatro huracanes: Hugo en 1989, George en 1998, Sandy en 2012 y más recientemente, Harvey, cuando estuvo atrapado en Houston, Burgos está consciente del trabajo que tiene por delante en Puerto Rico.
Pero la devastación del huracán María está en un nuevo nivel. "Lo que oigo de mis padres es que esto nunca lo habían visto antes. Fue una experiencia horrible para ellos", dijo.
Se pueden hacer donaciones a UMCOR para el fondo de Desastres en Estados Unidos en Advance # 901670.
*Bloom es el asistente de la editora de noticias de United Methodist News Service y tiene su sede en Nueva York. Puede contactarle al (615) 742-5470 o [email protected].
Para leer la noticia original, visite el enlace: http://www.umc.org/news-and-media/marias-wreckage-slows-relief-to-puerto-rico
**Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615) 742-5775 o por [email protected].