Ivelisse G. Castellano*
2 de noviembre, 2012 | Noticias UMNS
Mientras que la costa noreste de nuestro país se preparaba para enfrentar el huracán Sandy, la vida en la Escuela de Teología de Drew seguía su curso. Drew queda a unos 30 minutos al oeste de Newark, en Nueva Jersey.
Kah-Jin Jeffrey Kuan, decano de la facultad, estaba en contacto con los estudiantes y nos aseguraba que todo estaba bajo control. No dudaba del decano, ya que en la fuerte tormenta de invierno, del año pasado, fuimos puerta por puerta para asegurarnos que cada seminarista estaba bien y que tendría un lugar donde ir, si se ordenaba una evacuación.
Aquí estábamos otra vez enfrentando una de las peores tormentas que haya azotado la costa este en más de 20 años. Se permitió que los estudiantes de post-grado y sus familias se quedasen hasta que se cortó la luz. Cuando se perdió el poder eléctrico, todas las familias fueron evacuadas a la IMU Chatham, a sólo 10 minutos de la universidad.
Había como unas 60 personas, incluyendo niños, recibiendo refugio y comida para capear la tormenta. Nos visitaban Kuan, Tanya Bennet, capellana; el obispo y otros líderes.
El miércoles, cuando la capellana nos ayudaba a preparar comida, se cortó la luz. En medio de caos, prevaleció un sentido de comunidad y perseverancia. Prendimos velas, se terminó de cocinar el espagueti, se preparó pan con ajo y comimos.
Para estudiantes que vienen de otras partes, fue muy importante recibir este apoyo amoroso. Fue maravilloso ver el testimonio del amor de Dios en medio del caos.
El lugar que hemos aprendido a llamar nuestro hogar está desolado. Docenas de árboles, grandes y pequeños, están por el suelo. Hay inundación, no hay luz ni calefacción, sin saber cuándo podremos volver a la universidad.
Sin embargo, funcionamos como una familia. Nadie se queda rezagado y, en medio de la tormenta, el amor de Dios nos une.
La Escuela de Teología de Drew ha sido un lugar santo a donde he venido, no sólo a prepararme para el ministerio sino un lugar donde he sanado y aprendido muchas cosas, para llevar el mensaje de esperanza y amor a todo el mundo.
*Castellano cursa su segundo año de Maestría en Teología en la Universidad Drew y es miembro de la Conferencia de Florida.
2 de noviembre, 2012 | Noticias UMNS
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Kah-Jin Jeffrey Kuan, decano de la facultad, estaba en contacto con los estudiantes y nos aseguraba que todo estaba bajo control. No dudaba del decano, ya que en la fuerte tormenta de invierno, del año pasado, fuimos puerta por puerta para asegurarnos que cada seminarista estaba bien y que tendría un lugar donde ir, si se ordenaba una evacuación.
Aquí estábamos otra vez enfrentando una de las peores tormentas que haya azotado la costa este en más de 20 años. Se permitió que los estudiantes de post-grado y sus familias se quedasen hasta que se cortó la luz. Cuando se perdió el poder eléctrico, todas las familias fueron evacuadas a la IMU Chatham, a sólo 10 minutos de la universidad.
Había como unas 60 personas, incluyendo niños, recibiendo refugio y comida para capear la tormenta. Nos visitaban Kuan, Tanya Bennet, capellana; el obispo y otros líderes.
El miércoles, cuando la capellana nos ayudaba a preparar comida, se cortó la luz. En medio de caos, prevaleció un sentido de comunidad y perseverancia. Prendimos velas, se terminó de cocinar el espagueti, se preparó pan con ajo y comimos.
Para estudiantes que vienen de otras partes, fue muy importante recibir este apoyo amoroso. Fue maravilloso ver el testimonio del amor de Dios en medio del caos.
El lugar que hemos aprendido a llamar nuestro hogar está desolado. Docenas de árboles, grandes y pequeños, están por el suelo. Hay inundación, no hay luz ni calefacción, sin saber cuándo podremos volver a la universidad.
Sin embargo, funcionamos como una familia. Nadie se queda rezagado y, en medio de la tormenta, el amor de Dios nos une.
La Escuela de Teología de Drew ha sido un lugar santo a donde he venido, no sólo a prepararme para el ministerio sino un lugar donde he sanado y aprendido muchas cosas, para llevar el mensaje de esperanza y amor a todo el mundo.
*Castellano cursa su segundo año de Maestría en Teología en la Universidad Drew y es miembro de la Conferencia de Florida.