Mike Coyner*
7 de noviembre, 2012 | Conferencia Anual de Indiana
Una de las historias más fascinantes del Nuevo Testamento es el informe sobre el llamado "concilio de Jerusalén", en el capítulo 15 del libro de Hechos. Los líderes de la iglesia, esto es, "los apóstoles y los ancianos se reunieron" (Hch. 15:6) para discernir la voluntad de Dios en un tema desconcertante.
El evangelio se había diseminado más allá de sus comienzos con los judíos, para alcanzar a los gentiles. En el judaísmo del primer siglo, esto creaba un problema muy difícil. De modo que, los líderes de la iglesia primitiva se reunieron en Jerusalén para escuchar los informes de Pablo y otros cristianos sobre la misión a los gentiles, para después crear un plan que los llevase adelante.
Hechos 15 provee a los líderes cristianos modernos un maravilloso modelo de cómo resolver asuntos difíciles, ciertamente un proceso que también las congregaciones locales pueden usar cuando toman decisiones mayores, como la confección de una declaración de visión, la construcción de un nuevo templo o el comienzo de un nuevo ministerio.
Pero Hechos 15 también nos muestra la forma de cómo proceder respecto al asunto de la homosexualidad en la Iglesia Metodista Unida. El Concilio de Jerusalén nos provee de algunos principios obvios:
· Se centraron en informes de las acciones de Dios a través del Espíritu Santo. Su proceso parece que giró en torno a discernir hacia dónde se movía el Espíritu de Dios y dónde trabajaba para cambiar las vidas. Este enfoque se distancia de los esfuerzos modernos de centrarnos en los "derechos" de la gente. Un proceso como el de Hechos 15 nos podría mover, incluso, más allá del patrón de votar por nuestras preferencias, a fin de movernos hacia una decisión basada sobre el propósito de Dios.
· Buscaron opciones para incluir a la gente (incluso gentiles) sin imponerles todo el peso de la ley de Moisés, aparentemente porque los cristianos judíos descubrieron la libertad de la gracia de Dios en el evangelio, que venció sus fracasos de tratar de obedecer perfectamente las leyes de Moisés. De modo que, Hechos 15 nos ofrece un modelo que podría corregir el patrón por el cual muchos cristianos tratan de imponer a otros las mismas reglas y leyes que ellos mismos no son capaces de obedecer.
· El concilio impuso ciertos niveles de moralidad sobre los convertidos gentiles. En otras palabras, su decisión de optar por la "inclusión" no era un cheque en blanco para justificar cualquier tipo de conducta.
· Aparentemente terminaron la reunión en concordia. El texto dice que "de común acuerdo" enviaron a algunos representantes a los gentiles (15:25). Esto no significa unanimidad pero significa la voluntad de aceptar la decisión que se hizo y moverse adelante en la misión del evangelio.
¿Podría Hechos 15 ocurrir otra vez? ¿Podría el Concilio de Obispos de la Iglesia Metodista Unida llamar a una reunión o, mejor, muchas reuniones a través del mundo, para buscar la guía de Dios es los difíciles temas que la iglesia enfrenta?
Pareciera que la Conferencia General no es el tipo de cuerpo que podría convertirse en el Concilio de Jerusalén, porque el proceso legislativo la coloca en un diferente proceso y propósito.
¿Podrían otros lugares darnos la experiencia de Hechos 15? Las congregaciones locales podrían llegar a ser lugares de intenso discernimiento. Quizá algunas conferencias anuales podrían empezar un proyecto piloto para tratar de aplicar el modelo de Hechos 15 para deliberar juntos.
¿Podría Hechos 15 ocurrir otra vez? Vale la pena orar y considerar esta posibilidad. Requeriría mucha humildad para que cada participante llegue con la actitud de "yo podría estar equivocado", y "estoy dispuesto a oír lo que Dios está haciendo", y "busco la guía de Dios".
¿Podría Hechos 15 ocurrir otra vez? Espero que sí, porque lo necesitamos.
*Coyner es obispo de la Conferencia Anual de Indiana.
7 de noviembre, 2012 | Conferencia Anual de Indiana
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El evangelio se había diseminado más allá de sus comienzos con los judíos, para alcanzar a los gentiles. En el judaísmo del primer siglo, esto creaba un problema muy difícil. De modo que, los líderes de la iglesia primitiva se reunieron en Jerusalén para escuchar los informes de Pablo y otros cristianos sobre la misión a los gentiles, para después crear un plan que los llevase adelante.
Hechos 15 provee a los líderes cristianos modernos un maravilloso modelo de cómo resolver asuntos difíciles, ciertamente un proceso que también las congregaciones locales pueden usar cuando toman decisiones mayores, como la confección de una declaración de visión, la construcción de un nuevo templo o el comienzo de un nuevo ministerio.
Pero Hechos 15 también nos muestra la forma de cómo proceder respecto al asunto de la homosexualidad en la Iglesia Metodista Unida. El Concilio de Jerusalén nos provee de algunos principios obvios:
· Se centraron en informes de las acciones de Dios a través del Espíritu Santo. Su proceso parece que giró en torno a discernir hacia dónde se movía el Espíritu de Dios y dónde trabajaba para cambiar las vidas. Este enfoque se distancia de los esfuerzos modernos de centrarnos en los "derechos" de la gente. Un proceso como el de Hechos 15 nos podría mover, incluso, más allá del patrón de votar por nuestras preferencias, a fin de movernos hacia una decisión basada sobre el propósito de Dios.
· Buscaron opciones para incluir a la gente (incluso gentiles) sin imponerles todo el peso de la ley de Moisés, aparentemente porque los cristianos judíos descubrieron la libertad de la gracia de Dios en el evangelio, que venció sus fracasos de tratar de obedecer perfectamente las leyes de Moisés. De modo que, Hechos 15 nos ofrece un modelo que podría corregir el patrón por el cual muchos cristianos tratan de imponer a otros las mismas reglas y leyes que ellos mismos no son capaces de obedecer.
· El concilio impuso ciertos niveles de moralidad sobre los convertidos gentiles. En otras palabras, su decisión de optar por la "inclusión" no era un cheque en blanco para justificar cualquier tipo de conducta.
· Aparentemente terminaron la reunión en concordia. El texto dice que "de común acuerdo" enviaron a algunos representantes a los gentiles (15:25). Esto no significa unanimidad pero significa la voluntad de aceptar la decisión que se hizo y moverse adelante en la misión del evangelio.
¿Podría Hechos 15 ocurrir otra vez? ¿Podría el Concilio de Obispos de la Iglesia Metodista Unida llamar a una reunión o, mejor, muchas reuniones a través del mundo, para buscar la guía de Dios es los difíciles temas que la iglesia enfrenta?
Pareciera que la Conferencia General no es el tipo de cuerpo que podría convertirse en el Concilio de Jerusalén, porque el proceso legislativo la coloca en un diferente proceso y propósito.
¿Podrían otros lugares darnos la experiencia de Hechos 15? Las congregaciones locales podrían llegar a ser lugares de intenso discernimiento. Quizá algunas conferencias anuales podrían empezar un proyecto piloto para tratar de aplicar el modelo de Hechos 15 para deliberar juntos.
¿Podría Hechos 15 ocurrir otra vez? Vale la pena orar y considerar esta posibilidad. Requeriría mucha humildad para que cada participante llegue con la actitud de "yo podría estar equivocado", y "estoy dispuesto a oír lo que Dios está haciendo", y "busco la guía de Dios".
¿Podría Hechos 15 ocurrir otra vez? Espero que sí, porque lo necesitamos.
*Coyner es obispo de la Conferencia Anual de Indiana.