Los hispanos estamos acostumbrados a hablar del Viernes Santo, expresión que no necesita mucha explicación. Pero cuando venimos a los Estados Unidos, oímos hablar de Good Friday (= buen viernes), lo cual podría sonar raro. En su libro Calendar: Christ's Time for the Church, Laurence H. Stookey dice que la expresión surge de la desfiguración que sufrió la expresión "God's Friday" (viernes de Dios).
No obstante, el Viernes de Dios es el día que proclama el propósito que Dios tenía de redimir el mundo a través de la cruz de Cristo. Es un día que es "bueno" porque Dios estaba reconciliando a la humanidad consigo mismo. El Evangelio de Juan muestra a Dios en control de lo que ocurre. Dios no estaba tratando de sacar lo mejor de una mala situación, sino que estaba llevando a cabo sus propósitos para el mundo, estaba obteniendo la salvación para todos. Es un "buen viernes" porque miramos hacia la cruz con los ojos de la resurrección.
Mientras que en Latinoamérica lo llamamos "Viernes Santo" y en los Estados Unidos "Buen Viernes", el título litúrgico es "Viernes de Preparación", ya que los judíos llamaban al viernes con esa frase. Los países eslavos lo llaman "Gran Viernes"; los noruegos "Viernes Largo", y los alemanes "Viernes de duelo".