La reunión de las juntas directivas de los cinco caucus étnico-raciales que se llevó cabo el 26 y 27 de marzo de 2014, en St. Louis, Missouri, marcó un momento histórico en la vida de la Iglesia Metodista Unida. Espero que también marque el inicio de una cooperación más estrecha entre estos grupos importantes que forman parte del ministerio de la iglesia.
Los caucus étnico-raciales nacionales han estado en contacto entre sí desde los primeros días de su formación hacen más de 40 años. Los líderes de estas organizaciones se reunieron informalmente en encuentros nacionales donde intercambiaron ideas, ofrecieron sugerencias, y trabajaron juntos en muchas conferencias generales para aprobar legislación creando programas significativos en nuestra iglesia.
La singularidad de la reunión de St. Louis fue el hecho de que las juntas directivas de los caucus llegaron con el propósito de capacitarse y entablar enlaces. Durante la reunión se dijo repetidas veces y de diferentes maneras que "el futuro de una iglesia en los Estados Unidos es multicultural e inclusivo", y la iglesia debe prestar mucha atención a las tendencias actuales y a las proyecciones del futuro en cuanto al crecimiento de la población.
La reunión ofreció buenas presentaciones sobre gobierno y cómo recaudar fondos. Los caucus aprendieron mucho de las sugerencias ofrecidas. Sin embargo, sentí que no hubo suficiente tiempo asignado a la interacción entre las diferentes juntas [para avanzar en el trabajo de la iglesia mientras se pretende llegar a más gente, más joven y diversa].
Si vamos a cooperar para alcanzar la meta de transformar nuestra iglesia una iglesia multicultural inclusiva, entonces es importante que los grupos étnico-raciales se conozcan, se informen sobre los temas que cada uno enfrenta en sus propios ministerios, aprendan acerca de los problemas comunes, así como las preocupaciones que cada grupo enfrenta, las cosas por las que debemos orar, y qué recursos podemos ofrecernos mutuamente.
La interacción significativa enriquecerá nuestra iglesia de muchas maneras, pero requiere tiempo y compromiso y esto no se puede lograr en una reunión. Ruego que la Comisión de Religión y Raza (GCORR), que ha sido clave en el apoyo a la labor de los caucus étnico-raciales por tantos años y que fue el motivador principal detrás de este encuentro, siga desempeñando el papel importante de apoyo para que grupos étnico-raciales puedan juntarse más a menudo en el futuro. Al hacerlo, GCORR no sólo estará avanzando la labor de nuestra denominación, pero también estará contribuyendo significativamente a la visión de un verdadera Iglesia Metodista Unida multicultural e inclusiva.
*El obispo jubilado Elías G.Galván es el director ejecutivo de Metodistas Asociados que Representa la Causa de los Hispanoamericanos (MARCHA).
Enlaces: http://gcorr.org/the-latest/what-can-ethnic-caucuses-teach-church