MARCHA, (Metodistas Asociados Representando la Causa de los Hispanoamericanos), nos unimos a nuestras hermanas y hermanos en duelo y quienes están de luto por la trágica muerte del pastor y los miembros de la Iglesia Africana Metodista Episcopal Emanuel en Charleston, Carolina Del Sur. Nuestros pensamientos y oraciones están con los heridos y las familias de los muertos en este acto de violencia sin sentido y de odio, y con todos los miembros de esta histórica congregación hermana.
No sabemos lo que pasó por la mente de este joven que mostraba tal desprecio insensible por el carácter sagrado de la vida humana que lo llevó a cometer este crimen atroz, que también conocemos, porque nosotros (los latinos) hemos experimentado en nuestras propias comunidades las malas consecuencias del racismo. La violencia contra nuestras hermanas y los hermanos en la Iglesia Emanuel no es un acto aislado del mal, sino que es una expresión del pecado del racismo, que sigue siendo alimentado en nuestra sociedad por los que proclaman el odio y la discriminación contra otros que son diferentes. Hemos escuchado este tipo de retórica en los discursos de los presentadores de radio e incluso en los de algunos líderes cívicos.
No hay nada que podamos hacer para restaurar las vidas de aquellos que fueron asesinados, pero hay mucho más que nuestra iglesia y la sociedad puede hacer para erradicar este mal y pecado pernicioso.
MARCHA se compromete a continuar denunciando las expresiones de racismo, para trabajar hacia una sociedad libre de odio y violencia, (para proclamar el evangelio de la reconciliación que Dios nos ha dado en Jesús) y pedimos a todas las personas de buena voluntad a unirse en la construcción de un mundo donde la justicia y la paz prevalezcan.
(*) Amanda M. Bachus es escritora independiente para United Methodist Communications.