Se acaba de renovar el concordato entre la Iglesia Metodista Unida y y la Iglesia Metodista de Puerto Rico por decisión de la mayoría de los delegados ante la Conferencia General que se reúne en Pittsburg, Pa.
La Conferencia General es el cuerpo legislativo más importante de la Iglesia Metodista en los Estados Unidos. Este cuerpo se reúne cada cuatro años en un lugar diferente cada vez.
A pesar de la preocupación de algunos de que la iglesia metodista de Puerto
Rico reciba beneficios que normalmente no reciben otras iglesias autónomas, más de las dos terceras partes de los delegados votaron a favor de que se apruebe el concordato entre los dos cuerpos religiosos.
Haciendo comentarios antes de la votación, el obispo Joel Martínez señaló que la conexión metodista con Puerto Rico data de más de 104 años. La mitad de la población puertorriqueña vive en los Estados Unidos en donde cerca de 200 pastores puertorriqueños están funcionando en algún tipo de ministerio. El concordato significa un compromiso que es “vital para nuestro futuro para llegar a la creciente población latina” en los Estados Unidos.
La iglesia de Puerto Rico formó parte de la Iglesia Metodista Unida por casi un siglo, hasta que en 1992 la Conferencia General lo concedió el status de iglesia autónoma afiliada, a petición de los propios puertorriqueños. En dicha ocasión se promulgaron una serie de guías para ayudar a la transición, que vencían en el año 2000. En dicho año, la Conferencia General extendió el acuerdo interino hasta el año 2004.
Aquí se acaba de renovar el concordato con las mismas especificaciones decididas en 1992. Éstas incluyen tales asuntos como el reconocimiento mutuo de los ministros ordenados, derecho al voto en las conferencias generales de ambas iglesias, relación con las agencias nacionales y con el Consejo de Obispos.