El aumento de las tensiones entre las naciones, la amenaza de guerra, y ahora la violencia y trágicas muertes resultantes de una manifestación de supremacía blanca en Charlottesville, VA son muestra del quebrantamiento de nuestro mundo.
Los/as cristianos/as creen que todo ser humano es creado a imagen de Dios y que todos estamos unidos/as en el extravagante amor expresado en Jesucristo. Aunque podamos parecer diferentes a nuestros hermanos y hermanas en la humanidad, o tener vestidos y prácticas culturales diferentes, también buscamos reconocer que compartimos una imagen Divina, un espíritu y una sola alma. Los actos que niegan la imagen Divina, el espíritu y el alma de otro ser humano están en contra de la voluntad de Dios, y afectan la imagen que tenemos de Dios. Tales acciones son pecado; expresiones del mal.
Como metodistas unidos/as nos hemos comprometido a hacer votos y a un pacto que nos obliga a actuar frente al mal. Nuestros votos bautismales preguntan:
¿Renuncias a las fuerzas espirituales de la maldad, rechazas los poderes malignos de este mundo y te arrepientes de tu pecado?
Si, lo hago.
¿Aceptas la libertad y el poder que Dios te da para resistir el mal, la injusticia y la opresión en cualquiera de las formas en que se presentan?
Si, lo hago.
Al reflexionar sobre estos votos, la Obispa metodista unida LaTrelle Miller Easterling ofreció estos pensamientos [lea su carta completa aquí]:
Estas preguntas no suponen que simplemente rechazaremos el mal, la injusticia y la opresión en silencio en los confines de nuestros propios corazones y hogares. Más bien, estas preguntas implican, al verdadero estilo Wesleyano, que vamos a resistir activamente a esta maldad. Somos llamados a la acción por medio de la oración, solidarios con los perseguidos, predicando y enseñando el amor y la inclusión, y denunciando actos nacidos del odio.
Renunciemos a las fuerzas de la maldad y arrepintámonos de nuestros pecados, incluyendo nuestra complicidad en fomentar el racismo. Encarnemos la libertad que Dios nos da, de amar a nuestros/as vecinos/as como a nosotros/as mismos/as. Ofrezcamos hospitalidad y protección a los/as más vulnerables, como también fue presenciado en Charlottesville. Tratemos de alterar los ciclos rotos de nuestro mundo.
Comencemos uniéndonos en oración con la Obispa Sharma D. Lewis, que preside Charlottesville, y te invita a unirte a ella:
En un momento en que el miedo y el odio están frente a nuestras caras, yo les pido que oren con nosotros. Ore por la pérdida de vidas y los heridos. Ore por los que actúan con odio. Ore para que surjan los pensamientos más sensatos. Nosotros La Iglesia Metodista Unida, debemos testificar a otros lo que la oración puede hacer en tiempos de temor y odio. Charlottesville es una ciudad herida de muchas maneras, por lo que oramos por la restauración de la calma, el orden civil para la comunidad y su gente, hoy y en los próximos días.
Señor, en tu misericordia, escucha nuestras oraciones.
**Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615) 742-5775 o por [email protected].