Una coalición de líderes religiosos apoya las políticas que el Presidente Obama ha propuesto para reducir las muertes y lesiones causadas por la violencia de las armas de fuego. El grupo alabó el plan que el presidente anunció el 16 de enero.
"Creemos que el Congreso tiene el imperativo moral de aprobar las medidas propuestas por el presidente y vice-presidente porque salvarán vidas", dice la declaración del grupo Faiths United To Prevent Gun Violence, una coalición de más de 40 denominaciones y grupos que representan a millones de americanos.
"Al prohibir las armas de asalto y cargadores de alta capacidad, este plan hará mucho para mantener estas armas de destrucción masiva lejos de la gente equivocada y prevendrá tragedias futuras como la que vimos hace un mes en Newtown, Conn.", dijo Jim Winkler, director de la Junta Metodista Unida Iglesia y Sociedad y presidente de la coalición.
"Esta propuesta reducirá mucho los asesinatos diarios que causan las armas en nuestra nación, porque asegura que cada persona que compra un arma sea sometida a un chequeo de antecedentes, incluso si la compra se hace en ferias de armas o en una venta privada", añadió. "Al incrementar la agudeza de las sanciones por tráfico de armas, esta propuesta lo reducirá, el cual es una fuente de gran parte de nuestra tragedia urbana de violencia".
La organización fue anunciada el 17 de enero de 2011, el día de Martin Luther King. Era una organización de 24 grupos. Hoy hay 40 grupos representando a muchas religiones de nuestro país.
La coalición promete su apoyo
Winkler también prometió el apoyo de la organización para promover la propuesta del presidente. La propuesta pide que el Congreso apruebe lo siguiente: Chequeo de antecedentes para toda persona que compra un arma; restringir los cargadores a sólo 10 balas y reinstalar la prohibición de las armas de asalto.
Además, el Presidente Obama firmó 23 acciones ejecutivas para fortalecer el chequeo de antecedentes y expandir los programas de seguridad para las escuelas.
Entre las personas de la coalición está Harriet Jane Olson, secretaria general de Mujeres Metodistas Unidas, a quien le preocupa mucho la violencia por armas de fuego. "No estamos criticando la Constitución o sus enmiendas", dijo. "Pensamos que una regulación apropiada es lo que se necesita para preservar la libertad, no la ausencia de regulación".
Olson hace un paralelo con la iglesia. Las iglesias tienen libertad de religión pero esto no significa que no cumplan con las ordenanzas locales sobre edificios y otras cosas.
El Rdo. David Cooney, asistente de obispo de la Conferencia Anual Baltimore-Washington, hizo notar que el plan de Obama es bueno: "Esto no es sólo una política buena, es un imperativo moral. Necesitamos leyes más fuertes para reducir la violencia. Podemos tomar un camino mejor".
Rachel Laser, directora del Centro de Acción Religiosa de la organización Reformando el Judaísmo, dijo que se le está pidiendo a todas las comunidades religiosas del país que se contacten con los miembros del Congreso el lunes 4 de febrero, para demandar que se aprueba el plan de Obama.
Los líderes de este movimiento tienen un mensaje claro: El asunto de las armas de fuego es un asunto moral. Las leyes son efectivas y hay un gran poder detrás del hecho de que más de 40 líderes representan a más de 80 millones de americanos.
*Rhodes es director de comunicaciones de Iglesia y Sociedad. Contacto: Tim Tanton, Nashville, Tenn., (615) 742-5470 ó [email protected].