Una larga y estrecha sala, en un barrio de Santa Clara a unos 230 kilómetros al sur de La Habana, todavía se parece más a un taller de reparación de automóviles que a la iglesia en la que se ha convertido. Sin embargo, hay detalles que ayudan a vislumbrar a la iglesia - con optimismo llamada Un Lugar de Esperanza. Una línea de ventiladores montados en la pared están listos para refrescar a los/as que están sentados/as en los bancos de madera, un proyector y una pantalla sobre el altar en la parte trasera ayudan con el canto comunitario.
Mientras la gente de la comunidad se saluda y lentamente llena las bancas el miércoles por la noche, el ambiente comienza a cambiar. La esposa del pastor dirige las alabanzas, una niña trae una danza litúrgica en el pasillo central y el llamado a la oración se hace cada vez más urgente.
"Dios conoce tus preocupaciones. Dios conoce tu debilidad", dice el Pastor Leandro Cordero animando a los/as feligreses que deben "entregarse a los brazos de Dios". Su sermón se centra en poner a Dios primero y aceptar la ayuda divina.
Los/as feligreses pueden orar durante la adoración en la Iglesia Metodista Un Lugar de Esperanza, un taller de reparación de automóviles convertido en templo en Santa Clara. Foto de Mike DuBose, UMNS.
Cordero y su esposa, Yenisel Ramos, han pasado más de dos años aquí, aumentando la asistencia al servicio dominical de 15 a más de 70 personas. "Este es un lugar difícil. Hay muchas personas que adoran ídolos", admite. Una próxima campaña de evangelización dará a los/as miembros de la iglesia la oportunidad de aprender a atraer a otros a la fe. "Vamos a compartir invitaciones y golosinas para la campaña", dijo el Pastor Cordero.
Haciendo armonía en La Habana
En el otro extremo del espectro metodista, la Iglesia Metodista de Marianao es una de las más antiguas y tradicionales establecidas en La Habana y el hogar pastoral del Obispo Ricardo Pereira. Los colores blanco y dorados se reflejan en las paredes, las cortinas y las flores artificiales que adornan el santuario. Todas las ventanas están abiertas durante este segundo servicio del domingo para que los/as feligreses puedan disfrutar de la brisa.
La iglesia de Marianao es una antigua presencia metodista en La Habana y el hogar pastoral del Obispo Ricardo Pereira. Foto de Mike DuBose, UMNS.
Jóvenes músicos en la batería, guitarras y teclados abren el servicio, acompañando a un vocalista y cuatro cantantes de respaldo. Entre canciones, se hacen anuncios de cumpleaños y aniversarios, se pasan bolsas de tela para ofrendas y varios niños/as llegan al frente para ser bendecidos por el obispo.
A la tercera canción de alabanza, que cuenta con un trompetista, un grupo de jóvenes comenzaron una línea de danza al frente. Suben y bajan con entusiasmo durante la siguiente canción y luego, después de que el obispo pide una canción más, los jóvenes danzan como si estuvieran animando a su equipo favorito en un partido de fútbol.
CUBA SE GOZA EN EL ESPÍRITU
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La líder de la adoración, Rosmery Díaz, sigue con una canción original y luego el obispo camina por el pasillo central, invocando el poder de Dios. Algunos/as adoradores/as tienen sus teléfonos para tomar fotos o un video, ya que pone una mano sobre la gente a medida que pasa.
"En el fondo de nuestro corazón, hay una canción para el Señor. No se trata de melodías agradables, sino de un corazón que es humilde ante el Señor", dice Pereira.
Miembros como Reinier Charón de 31 años, son creyentes firmes. Un cristiano de 13 años, dice que utilizó muñecas vudú como un tratamiento para la enfermedad en su religión anterior. Luego vio una película sobre Jesús en la televisión y escuchó a un predicador hablar sobre el sacrificio de Cristo.
Poco después, él y su madre fueron con un vecino cristiano a la iglesia. "Desde ese momento, seguimos en el camino de Cristo. Mi pasión es Cristo”, dice.
Su participación en muchas actividades de la congregación Marianao la cual, como la iglesia más grande, apunta al énfasis de los metodistas cubanos en hacer comunidad con hermanos y hermanas en la fe, para ayudar al crecimiento en la vida cristiana.
Formación de líderes eclesiásticos
Durante muchos años, los/as pastores/as metodistas recibieron su formación en el Seminario Evangélico de Matanzas. Pero la creciente demanda de liderazgo pastoral llevó a la iglesia a abrir su propio programa, dice el Revdo. Enoel Gutiérrez. El es director del Seminario Evangélico Metodista que abrió sus puertas en el centro de La Habana en 2006, después de que equipos voluntarios de Estados Unidos ayudaron a renovar el edificio.
El Obispo Ricardo Pereira impone manos sobre los feligreses, durante la adoración en la Iglesia Metodista de Mariano. Foto de Mike DuBose, UMNS.
El seminario ahora recibe 40 nuevos pastores/as anualmente que vienen dos veces al año, durante un período de cuatro años, para un curso residencial de 21 días. Eso significa que los/as 15 profesores/as enseñan cuatro grupos de 40 estudiantes cada año.
Académicamente, la ruta a esta institución incluye completar el 12º grado, estudiar durante tres años en un seminario de extensión y acumular de dos a cuatro años de experiencia pastoral. En la actualidad, el seminario también tiene cuatro estudiantes que persiguen una maestría. Tres profesores han terminado sus doctorados.
La visión del seminario es la formación de mejores pastores/as, no académicos, dice el Revdo. Alfredo González, decano académico. "Por esta razón, ponemos énfasis en la teología práctica". La matrícula es gratuita. La iglesia nacional paga 20 por ciento del costo y el resto proviene de donaciones, principalmente de los Estados Unidos e Inglaterra. Entre sus relaciones oficiales se encuentra una con el Seminario Ashland en Ohio.
Los feligreses cantan durante la adoración dominical en la iglesia Metodista Mariano. Foto de Mike DuBose, UMNS.
Un lunes en la mañana, más de 30 estudiantes, incluyendo tres mujeres, estaban estudiando griego en una de las aulas. Una pantalla de video sobre una pizarra muestra la lección del día. Algunos estudiantes están usando computadoras portátiles y tabletas mientras el profesor da conferencias, pero la mayoría está tomando notas a mano y mirando las lecciones en papel.
SEMINARIO DE LA HABANA EN LA ERA DIGITAL
En algunos aspectos, los asistentes al Seminario Evangélico Metodista están por delante de muchos/os cubanos/as en términos del uso de la tecnología digital.
En la cocina, una olla a presión enorme está llena de frijoles, arroz y pollo. El almuerzo de ese día también incluirá ensalada de pepino y boniato. El dormitorio principal contiene filas de literas y armarios para ropa y otros objetos personales.
En la biblioteca, los bibliotecarios de diferentes seminarios de La Habana cantan durante un período devocional de la mañana. Se reúnen anualmente para la capacitación dirigida por una mujer de Argentina.
En la pared de la oficina del director hay una pintura de John Wesley a caballo en Cuba. El fundador del metodismo nunca visitó la isla, pero el artista se inspiró con un retrato diferente de Wesley y sustituyó el paisaje por uno cubano. La idea era mostrar que el movimiento Wesleyano "tiene buenas raíces en Cuba", dice Gutiérrez.
En otra sección de La Habana, el trabajo continúa en seis casas de dos y tres dormitorios para profesores/as de seminario. Los equipos de voluntarios vienen a ayudafr a los cinco trabajadores en el proyecto. La velocidad de la construcción, que comenzó en enero de 2012, depende de la financiación y la disponibilidad de materiales, dice José Remón Ochoa, jefe de construcción. Cuatro de las casas de una sola planta están terminadas, a excepción de la plomería.
Seminario a nivel local
Los lunes por la noche, la iglesia de Marianao dirige el mayor de los 34 seminarios locales de extensión alrededor de Cuba, con 389 estudiantes. En total, las extensiones tienen 1.702 estudiantes, 1.800 graduados y 324 profesores/as. Rigoberto Figueroa, anteriormente católico y vicerrector del Seminario Nacional Metodista, supervisa la escuela de Marianao. Alrededor de 230 adultos son bautizados cada año en esta congregación y el curso básico de ministerio ofrecido por la extensión "les ayuda a descubrir sus dones", dice.
Los estudiantes toman notas durante la clase en el Seminario Evangélico Metodista de Cuba en La Habana. Foto de Mike DuBose, UMNS.
Algunos optan por continuar sus estudios. "Creemos que la vocación es una responsabilidad entre la persona y Dios. El seminario coopera con la preparación para ese llamado", dijo Figueroa.
Las clases del seminario y otras actividades congregacionales también reflejan la sociabilidad natural del pueblo cubano. "El testimonio de la iglesia, la comunidad que usted encuentra allí, ha sido uno de los medios que Dios ha usado... para llevarnos a Cristo, para conducirnos", dice Figueroa.
* Bloom es reportera multimedia de United Methodist News Service basada en Nueva York. Ella y el fotógrafo Mike DuBose de UMNS visitaron Cuba en noviembre. Póngase en contacto con ella al 615-742-5470 o [email protected]
**Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]