El Revdo. Scott Ferguson estaba de vacaciones cuando se produjeron las inundaciones en Clendenin, Virginia Occidental la semana pasada. Cuando por fin consiguió dar un vistazo a la casa pastoral de la IMU Clendenin, se dio cuenta de que él y su esposa tendrían que mudarse de la casa por buen tiempo. "Habían alrededor de tres pies y medio de agua en nuestra casa… Todo lo que estaba en la planta de abajo lo perdimos”, dijo Ferguson".
Sin embargo, ha logrado avanzar en la extracción del lodo y determinó que él y su congregación se mantendrán firmes espiritualmente durante este tiempo difícil. "Sólo queremos asegurarnos de alabar a Dios en medio de la tormenta", dijo.
La semana pasada, partes de Virginia Occidental recibieron 9 pulgadas de lluvia en cuestión de horas, causando unas de las peores inundaciones que el estado ha visto en tres décadas. Las inundaciones reclamaron 23 vidas y destruyeron de viviendas. Algunos residentes todavía permanecen sin energía eléctrica.
"La cantidad de lluvia era simplemente inimaginable", dijo el Revdo. J. F. Lacaria, director de ministerios conexionales para la Conferencia de Virginia Occidental. Los/as metodistas unidos/as están ayudando con grandes esfuerzos a aliviar la crisis de varias formas, incluyendo la habilitación de las iglesias como refugios y centros de donaciones y distribución de insumos. Sin embargo, en las comunidades más afectadas como Clendenin, White Sulphur Springs y Rainelle, las iglesias están manejando sus propias pérdidas.
Hubo una fatalidad dentro de la IMU Clendenin. Un miembro murió de un ataque al corazón mientras removía tierra y lodo después de la lluvia, dijo Ferguson. Además de los daños a la casa pastoral, la IMU Clendenin acumuló varios pies de agua en el sótano. “Todo en ese sótano se tiene que sacar", dijo Ferguson. "Perdimos todo en nuestra cocina. Lo hemos perdido todo en el salón de usos múltiples, en las salas de atención y cuidado de niños/as y también donde se reúne el grupo de los “Boy Scouts”.
Ferguson también pastorea la IMU Capilla Brawley, una iglesia más pequeña en el río Elk, cuyas fundaciones fueron erosionadas por las inundaciones y actualmente continua deteriorándose. "No falta mucho para que [la iglesia] sea arrastrada por el rio, es una pérdida completa", dijo Ferguson.
Las iglesias sirven como centros de ayuda
La IMU Emmanuel en White Sulphur Springs se libró de daños graves por las inundaciones y se ha convertido en un importante centro de distribución de artículos de primera necesidad. "Tenemos cubos, agua, comida, toallas de papel… Incluso, tenemos alimentos para mascotas y arena para gatos", dijo la Revda. Shari Stilgenbauer, pastora de la iglesia.
White Sulphur Springs tuvo algunas de las peores inundaciones, hasta al punto de que el famoso torneo de golf PGA de la próxima semana en el Greenbrier Resort fue cancelado. Stilgenbauer dijo que "hay daños masivos... Es devastador, y eso es decir poco. Sólo quedaron un par de pequeñas comunidades que quedan, muchas fueron destruidas. Un parque de casas rodantes prefabricadas quedó totalmente destruido".
"La comunidad está trabajando unida de una manera que nunca nos habíamos imaginado", dijo Stilgernbauer.
Rainelle es otra comunidad el sureste de Virginia Occidental que fue gravemente afectada por las inundaciones. La IMU Rainelle tenía algunos daños, pero ha servido como un centro de donación, dijo Lacarria. Los primeros equipos de respuesta de las iglesias metodistas unidas locales están empezando a ayudar con el trabajo de ayuda. "Sólo están comenzando con la fase de remoción de lodo ", dijo Lacarria.
El depósito Nueva Visión, es una instalación a de la conferencias de Virginia Occidental en Beaver, tiene voluntarios que distribuyen cubos de limpieza y equipos de salud.
Conferencia preparada para el desastre
La Conferencia de Virginia Occidental estaba bien preparada para hacer frente a esta emergencia, dijo Greg Forrester, coordinador de respuesta a desastres en EE.UU. para el Comité Metodista Unido de Auxilio (UMCOR), y ha trabajado directamente con el Revdo. Dan Lowther, el coordinador de respuesta a desastres de la conferencia.
"Hicimos una donación para la creación de talleres que capacitaran coordinadores/as de respuesta a desastres en los distritos… Eso fue hace apenas unas seis semanas, dijo Forrester". Esos/as coordinadores/as de distrito, agregó, "se han movilizado desde la tormenta".
El Revdo. Jeffrey Allen es un presbítero metodista unido que sirve como director ejecutivo del Consejo de Iglesias de Virginia Occidental, el cual es un grupo ecuménico que responde a situaciones de desastre. "Hemos identificado cinco áreas específicas en todo el estado, en las que los/as ministros/as estamos desplegados para proporcionar apoyo pastoral a las personas que han sido afectadas por las inundaciones y para los/as voluntarios que están ayudando", dijo Allen.
Forrester destacó que la conferencia actualmente no está recibiendo voluntarios de respuesta temprana de otros estados. Donaciones a través de UMCOR en respuesta a las inundaciones de Virginia Occidental se pueden hacer al fondo de respuesta a desastres en EE.UU. de la agencia.
La Obispa Sandra Steiner Ball de la Conferencia de Virginia Occidental escribió una oración por la inundación en la página web de la conferencia que reza así:
"Oh Dios, abraza a tus hijos/as de Virginia Occidental una vez más. Tú conoces la pérdida, la crisis, el caos y el dolor que se están experimentando quienes fueron afectados/as por la tormenta y la inundación. En medio de esta adversidad, te rogamos que sigas presente con las familias y las comunidades que han sido devastadas y que están en busca de ayuda".
* Hodges escribe para UMNS. Linda Bloom de UMNS y la Revda. Deborah Coble de la Conferencia de Virginia Occidental contribuyeron al artículo. Para más información, visite el enlace: http://www.umc.org/news-and-media/west-virginia-churches-cope-help-after-historic-floods
** Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]