La Iglesia Metodista Unida (IMU) de los Estados Unidos e iglesias hermanas en América Latina y Africa, responden a las crisis epidémicas de la chikungunya y el ébola, respectivamente, a través de una serie de acciones que van desde la prevención y el suministro de medicamentos, hasta la asistencia médica y pastoral.
El virus de chikungunya, originario de Tanzania, se conoce desde 1952 y se ha propagado por el Africa subsahariana, el sur de Asia y ahora se ha hecho presente en la región del Caribe, afectando especialmente a la Republica Dominicana, Puerto Rico, Martinica, Guadalupe, San Marteen, Colombia, Venezuela, varios países centroamericanos y los Estados Unidos, donde se han reportado más de 1.200 casos. La palabra chikungunya proviene de la lengua Makonde (etnia ubicada entre el sudeste de Tanzania y el norte de Mozambique) y significa “doblarse del dolor”.
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Te invitamos a que colabores con este trabajo que la iglesia está desarrollando en su lucha contra el ébola enviando tu aporte monetario a través de estos enlaces en inglés:
En Puerto Rico donde, el departamento de salud, ha reportado unos 8.036 casos en los cuales se presume que haya afectación de la chikungunya y se reportan 3 portadores del virus fallecidos. La Iglesia Metodista de Puerto Rico a través del Obispo Rafael moreno Rivas, ha estado muy pendiente y en contacto con las autoridades de salud de la isla, para que se intensifiquen las fumigaciones, especialmente en sectores como Barrio Obrero en San Juan, donde ha tenido particular crudeza el brote del virus. Las iglesias metodistas del área han estado repartiendo materiales educativos para prevenir la propagación del virus y para enfrentar su tratamiento. Así mismo, han respondido “a necesidades puntuales de medicamentos”, de acuerdo a lo expresado por Sarahis Sanchez, directora de REACE (Rehaciendo Comunidades con Esperanza) de la Iglesia Metodista.
En la Republica Dominicana, donde se han detectado casi medio millón de casos, en que se sospecha que exista chikungunya, las autoridades de salud han hecho esfuerzos por combatir la propagación y han logrado una reducción en el incremento de nuevos casos. En este país se han producido 6 decesos por las complicaciones que este virus trae, sobre condiciones de salud prexistentes. La Iglesia Evangélica Dominicana (compañera en misión de la IMU) ha organizado brigadas de visitación casa por casa para erradicar los criaderos de mosquitos (Aedes aegypti y Aedes albopictus.) que transmiten el virus. Según el Rev. Miguel A. Cancú, Secretario Ejecutivo en las congregaciones locales, “se dictan charlas de orientación sobre la prevención, los cuidados y el tratamiento ante la afectación por el virus”. En algunas clínicas de la iglesia, ubicadas en los “bateyes” (zonas populares) de la capital, se han tratado casos y se han provisto los medicamentos para contrarrestar los profundos dolores óseos que provoca este virus.
En respuesta a la crisis del ébola en Africa
Por otra parte, la Iglesia Metodista Unida ha venido desplegando diversos esfuerzos para responder a la crisis generada por el virus del ébola. Los efectos de esta epidemia, han tenido un impacto profundo en varios países del Africa occidental y que comienza a globalizarse con los casos que se han producido en los Estados Unidos y su sospecha en otras partes del mundo. En América latina se han detectado varios casos, en los que se ha presumido la existencia de la enfermedad por lo que se ha colocado a los pacientes bajo estricta observación y cuidados. Hasta el momento, no hay ningún diagnóstico de ébola oficialmente reconocido.
Desde junio de 2014, la Unidad de Salud Global de la Junta General de Ministerios Globales (GBGM) y el Comité Metodista Unido de Auxilio (UMCOR) han estado trabajando en colaboración con las juntas de salud de las iglesias metodistas de Sierra Leona, Liberia, Costa de Marfil y Guinea con más de $400.000 dólares para programas educativos, equipos de protección y otros suministros relacionados con el combate contra el virus del ébola.
Una de las acciones que ha tomado la Iglesia Metodista Unida en Liberia por ejemplo, es crear una red de asistencia pastoral, a través de mensajería telefónica, donde se brinda orientación sobre las implicaciones de este virus y se lleva consuelo y guía espiritual a las comunidades más afectadas y a las congregaciones en esas áreas. En muchas zonas rurales, los cultos dominicales se han enfocado en orientar a las congregaciones sobre temas de salud, frente al creciente temor entre los pobladores.
El Obispo Yambasu, de la Iglesia Metodista de Sierra Leona, compartió con GBGM que las congregaciones están tomando conciencia y acciones que ayudan a prevenir el contagio y la propagación. En los templos se están conformando grupos de ujieres que verifican la temperatura de los asistentes, los congregantes deben lavarse las manos en estaciones con agua tratada, colocadas en la entrada de las iglesias y en el momento de compartir la paz, colocan sus manos sobre sus corazones y se inclinan mutuamente en lugar de abrazarse.
Frente al inminente impacto negativo que esta crisis tendrá en los sistemas de salud, las economías y las sociedades de estos países, GBGM y UMCOR están asociándose con las juntas de salud, obispos, misioneros, oficinas técnicas locales de UMCOR y otros entes de la iglesia, para que el apoyo se proyecté a largo plazo, de manera que no sólo se responda a la crisis actual, sino que también se ayude a fortalecer la capacidad de atención sanitaria en la región y así estar mejor preparados, para responder a cualquier crisis futura.
El Rev. DR. J. Denise Honeycutt, subsecretario de UMCOR, anima a las congregaciones a responder con amor en lugar del miedo. "No hay ninguna razón legítima para limitar las interacciones con la gente de África Occidental", dijo. "Como personas de fe, estamos llamados a caminar con nuestros hermanos y hermanas, en particular aquellos que podrían estar de duelo o preocupados por sus seres queridos que están en riesgo en su país de origen." Y añadió: "Queremos dar la bienvenida y atender a otros, tal como Cristo lo ha hecho por nosotros. "
La sanidad fue uno de los énfasis del ministerio de nuestro Señor Jesucristo, por lo que todos los hombres y mujeres metodistas unidos están llamados a seguir la misión de llevar sanidad y esperanza, a quienes sufren por estas epidemias, tanto en América Latina como en Africa.