El Caucus hispano/ latino de La Iglesia Metodista Unida (IMU), MARCHA (Metodistas Asociados/as en Representación de la Causa Hispano Americana), ha emitido un mensaje a todo el pueblo metodista unido, las autoridades episcopales y al propio presidente electo Donald Trump, instando a no permitir que el racismo, la división, la injusticia y la exclusión impacten negativamente a la sociedad.
Así mismo, MARCHA en su declaración confirma su apoyo y acompañamiento a Stacy Guinto Salinas y el resto de los jóvenes que recibieron agresiones y expresiones hostiles durante su participación en el evento de juvenil Pilgrimage 2016, de la Conferencia Anual de carolina del Norte.
A continuación el texto de la declaración:
A tan sólo unos días de la elección del nuevo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, hemos sido testigos de un sinnúmero de incidentes negativos muy preocupantes. Un niño hispano/latino nacido en New Jersey y de apenas 6 años, fue acosado en la escuela por sus compañeros cuando le preguntaron: “¿Cuándo es que te vas para tu país?” En Tennessee personal de algunas de nuestras agencias generales y sus familias han sido víctimas de intimidación. En Texas, una mujer paseaba a su bebé por el parque y un camionero pasó por su lado gritando en alta voz: “Poder Blanco”. Un trabajador indocumentado en New York no recibió el pago de $600 por dos semanas de trabajo, porque su empleador le dijo que ahora él iba a ser deportado. Jóvenes metodistas unidos hispanos/latinos de la Conferencia de Carolina del Norte, participantes del evento de la juventud Pilgrimage 2016, fueron acosados por otros participantes con expresiones no hospitalarias y después de expresar su descontento fueron recriminados y culpados por lo sucedido.
Además, diversas congregaciones hispanas/latinas en nuestra denominación, ya han comenzado a reportar un incremento de hostilidad y falta de compasión por nuestro pueblo. Todos estos casos se unen a los más de 437 incidentes de acoso de odio e intimidación reportados por el Southern Poverty Law Center. Más del 30% de estos acosos fueron dirigidos hacia la comunidad inmigrante, y el mayor número de casos están ocurriendo en las escuelas de primaria y secundaria. Como cristianos y metodistas unidos no podemos hacer caso omiso de este asunto.
Reconocemos que vivimos en una democracia con perspectivas políticas diversas que buscan, en diferentes maneras, lograr el bienestar del pueblo. En medio de nuestras diferencias políticas e ideológicas, ahora estamos confrontando un conflicto mayor de intolerancia, persecución, discriminación, odio, en donde pareciera imposible crear una unidad nacional a nivel político, espiritual y teológico.
¿Será posible crear una nueva realidad según está enmarcado en el sello oficial de los Estados Unidos de Norteamérica escrito en latín E pluribus unum, que literalmente significa “De los muchos, uno”? Y desde la perspectiva cristiana, ¿será posible reclamar que somos un solo pueblo que se compromete a vivir el mandamiento de Jesucristo y a cumplir nuestros votos bautismales de renunciar a las fuerzas espirituales de maldad y a los poderes malignos del mundo en una iglesia en que quepamos todos? Podemos ser “Un Pueblo”, si dejamos que la voluntad de Dios se encarne en nosotros y comencemos a sembrar paz, esperanza y vida, especialmente en todas las personas a quienes se les ha pisoteado su dignidad.
Los profetas en los tiempos antiguos instaban al pueblo a volver a Dios. De igual manera, los profetas de nuestros tiempos están llamados a resistir el mal y dejar que la gracia de Dios se impregne en nuestros corazones. Nuestros jóvenes de MARCHA sienten miedo y ansiedad, aun dentro de la iglesia en donde han encontrado el amor de Dios. Nos hacen un llamado para que la que iglesia sirva de instrumento para construir puentes de hermandad en lugar de construir murallas de división que surgen de todas las formas de discriminación, opresión y exclusión. La joven Stacy Guinto-Salinas dijo en el evento Pilgrimage 2016 en Carolina del Norte: “¿Cómo podemos darle la bienvenida al Espíritu, cuando nosotros no nos hemos dado la bienvenida unos a las otras?” Al expresar esto, Stacy nos confronta con el mensaje en 1ª Juan 4:20-21, que dice: “…quien no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto… quien ama a Dios, ame también a su hermano”.
Metodistas Asociados Representando la Causa Hispano/Latina Americana (MARCHA), hace un llamado a nuestra denominación para que sirva de instrumento de paz con justicia y de unidad en medio del ambiente que violencia y odio que permea en la sociedad.
MARCHA recomienda las siguientes acciones concretas, como el comienzo de una respuesta fiel y efectiva a toda esta realidad.
A nuestra denominación:
- Solicitamos a nuestros obispos y obispas que como líderes espirituales ofrezcan apoyo y cuidado a todos los inmigrantes, refugiados y personas que están siendo acosadas, intimidades y violentadas con actitudes y crímenes de odio en sus respectivas conferencias anuales y en la nación.
- Invitamos a nuestras agencias generales a que trabajen en colaboración con los caucus raciales y étnicos y otros grupos en nuestra denominación, proveyendo más recursos para combatir el racismo, el clasismo, la xenofobia, la homofobia, la misoginia y toda forma de discriminación, opresión y exclusión.
- Solicitamos a la Conferencia Anual de Carolina del Norte a que trabaje en colaboración con la Comisión General de Religión y Raza, la Junta General de Iglesia y Sociedad, MARCHA, el Plan Nacional para el Ministerio Hispano/Latino, el Caucus Hispano/Latino de la Jurisdicción del Noreste y el Comité Hispano/Latino de la Conferencia Anual de Carolina del Norte para erradicar toda forma de discriminación, buscar maneras para proteger y apoyar a la comunidad hispana/latina de su conferencia anual y evitar que se repitan situaciones lamentables como las sucedidas en el Pilgrimage 2016.
Al pueblo metodista unido:
- Afirmamos y celebramos las iniciativas de respuesta compasiva provenientes del liderato pastoral y el laicado hispano/latino aliados, comunidades de fe, iglesias locales, organizaciones de trabajo ecuménico, centros comunitarios de desarrollo para responder en medio de esta crisis. Y urgimos que se continúen y se fortalezcan esas iniciativas de respuesta compasiva.
- Instamos a las iglesias locales que sirvan a quienes sufren persecución y a convertirse en santuarios para inmigrantes, refugiados y otras víctimas de persecución.
- Llamamos a todos los metodistas unidos a ser MARCHA en donde quiera que estén sirviendo, trabajando localmente con grupos comunitarios y organizándose para responder a las necesidades del pueblo.
- Solicitamos a nuestras congregaciones hispano/latinas y grupos comunitarios que comuniquen a MARCHA incidentes o casos de abuso discriminante que experimenten .(http://www.marchaumc.org/comunique-un-incidente/).
- Animamos a trabajar con todos los caucuses jurisdiccionales, conferenciales, grupos comunitarios, coaliciones y aliados a luchar sin cansancio por la dignidad de nuestro pueblo.
- Promovamos el diálogo, mediante el cual podamos encontrarnos la una con el otro y descubrir en nuestra diversidad al Dios que nos hace pueblo.
- Nos unimos con la familia ecuménica e interreligiosa en oración de intercesión y en compromiso desde la fe a través de gestos y actitudes solidarias frente a estod nuevos desafíos.
Al presidente electro Donald Trump:
- Le urgimos a que utilice su poder con responsabilidad para crear un ambiente de solidaridad en nuestro país, de modo que reemplace el ambiente creado en la campaña política, el cual ha engendrado la división, animosidad y miedo en nuestro pueblo.
Jesús oró por nosotros, los discípulos de todas las eras, para que fuéramos “uno” siendo este el mejor testimonio de vida para el mundo. Jesús oró: “…para que todos sean uno; que como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:21).
Seamos un pueblo diverso y constructor de puentes, no de muros.
Rev. Lyssette N. Pérez Obispo Elías Galván
Presidenta de MARCHA Director Ejecutivo de MARCHA