Como metodistas unidos/as, a menudo buscamos en el fundador del movimiento metodista, Juan Wesley, una autoridad en muchos aspectos de la vida. Pero, el romanticismo no es uno de ellos. Wesley predicó sermones útiles sobre temas cotidianos como "el uso del dinero", "la obediencia a los padres" y sobre “la paciencia". También ofreció consejos médico a aquellos/as que necesitaban sanación en su libro u libro Medicina Elemental: Un Método Fácil y Natural de Curar la Mayoría de las Enfermedades, fue una de las publicaciones más vendidas durante su vida e incluía dietas y consejos dentales.
Todo esto, por supuesto, fue además de su increíble trabajo en la construcción de un movimiento para el desarrollo del discipulado cristiano que creció en Inglaterra y en lo que se convertiría en los Estados Unidos. Fue un maestro de la teología, la medicina del siglo XVIII, los idiomas bíblicos y la organización de la iglesia, Wesley fue y es respetado en muchas áreas de la vida. Sin embargo, su amorosa, fue un tanto desastrosa.
En el libro Juan Wesley el Metodista: Un relato de su vida y obra, un predicador metodista anónimo (probablemente una compilación editada por el Obispo John Fletcher Hurst), habla de cuatro relaciones románticas de Wesley.
Betty Kirkham
Conoció a Betty Kirkham en los primeros días del movimiento metodista. Kirkham era la hermana de uno de los hombres miembro del "Club en Oxford". Según el texto de Juan Wesley el Metodista, "se comportaba en una forma curiosa y muy común para la época, de modo pesado y pretencioso, un estilo que luego abandonó completamente". La relación, si es que hubo una, más allá de algunas cartas de amor, no funcionó.
Sophy Hopkey
En su viaje misionero a Georgia, Wesley se encontró y se enamoró de Sophy Hopkey, quien el predicador metodista anónimo describe como "la atractiva sobrina del magistrado jefe de Savannah".
Según el libro “Reasonable Enthusiast: John Wesley and the Rise of Methodism “ (El Entusiasta Razonable: Juan Wesley y el crecimiento del metodismo) por Henry D. Rack, "Wesley estaba enamorado y habría querido casarse con Sophy, pero estaba desgarrado por los conflictos entre el amor, el deber, las nociones del valor del celibato y más ... lo que le llevó a ser frío y caliente hasta que la desconcertada joven se casó con otro". A partir de ahí, la historia se pone un poco borrosa.
En su papel como pastor de Hopkey, parece que Wesley le aconsejó que no se casara por el bien de su crecimiento espiritual. Cuando lo hizo, Wesley sintió su deber de reprenderla y se negó a servirle comunión. Su nuevo esposo lo acusó y la reputación de Wesley quedó manchada. Antes de que las cosas fueran demasiado lejos, Wesley abordó un barco de regreso a Inglaterra.
Grace Murray
Algunos años después, Wesley conoció lo que pudo haber sido el amor de su vida, Grace Murray. Murray, la viuda de un capitán de mar, era una líder de la banda metodista. Aunque John Bennet, uno de los predicadores de Wesley también estaba enamorado de ella, Wesley pidió su mano en matrimonio, y ella dijo que sí. Al menos esto es lo que pensaba Wesley. "Hizo esto de una manera tan complicada y vacilante y con tantos retrasos que Grace quedó en la incertidumbre", según el libro de Henry D. Rack.
Bennet también le propuso matrimonio a Murray, por lo que se entabló una disputa entre los dos pretendientes, porque cada uno afirmaba haberle preguntado primero. Después del arbitraje y mucha confusión, Grace Murray y John Bennet se casaron y Carlos Wesley, hermano de Juan, dirigió la ceremonia.
Charles nunca pensó que Juan debería casarse con Murray. Él creía que ella era, en palabras del predicador metodista anónimo, "una mujer que era más inferior a su propia esposa (de Charles) en lo que respecta a su nivel social", y por lo tanto no era lo suficientemente buena como para casarse con su hermano.
El matrimonio de Wesley con Molly
Finalmente, el 18 o 19 de febrero de 1751, Juan Wesley se casó con Mary (Molly) Vazeille, la viuda de un comerciante de Londres, en una ceremonia privada. Desafortunadamente, su matrimonio fue problemático casi desde el principio.
Wesley creía que un predicador metodista no debía viajar una milla menos porque estaba casado, un estándar del cual no se eximía. "Esta no era una receta muy sabia para el matrimonio. Aunque era comúnmente seguido por los primeros predicadores y sus heroicas esposas”, escribe Rack.
El programa de viajes de Wesley creó tensión en su matrimonio. Al principio, Molly lo acompañó, pero pronto fue demasiado. Parece que ella comenzó a requerir tiempo y privacidad. Molly dejó a Wesley varias veces, pero regresaba nuevamente, hasta mediados de la década de 1770 cuando se fue para siempre. Molly murió en octubre de 1781.
¿Una bendición disfrazada?
En el ocaso de su vida, Wesley se consoló viendo su desastrosa vida amorosa como una bendición de Dios. El predicador metodista anónimo, recogido en la compilación de Henry D. Rack, escribió a uno de los colegas de Wesley: "si la señora Wesley hubiera sido una mejor esposa, (él) podría haber sido infiel a su gran trabajo",
Uno no puede dejar de preguntarse cómo su vida y el movimiento metodista podría haber sido diferente si Juan Wesley hubiera encontrado a la mujer correcta. Sea como fuere, una cosa es cierta. Aunque Wesley fue un gran pensador y líder en tantas áreas de la vida, no sería buena idea haber tomado consejos de él sobre el romance.
Fuentes bibliográficas
John Wesley the Methodist: A Plain Account of His Life and Work by A Methodist Preacher, “Chapter XX – The True John Wesley.” Available from the Wesley Center Online.
Reasonable Enthusiast: John Wesley and the Rise of Methodism by Henry D. Rack. Abingdon Press. Available in print only.
* Joe Iovino trabaja para UMC.org en United Methodist Communications. Comuníquese con él por correo electrónico [email protected] o al 615-312-3733.
** Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]