Cesar Mauricio Durán González, graduado en el 2014 de una Maestría en Divinidades, es líder en múltiples espacios. González es el Capellán Latino de Colorado Rapids en Cross Trainning, Coordinador de Ministerio Hispano de la Junta General de Ministerios Globales y del Ministerio Hispano de la Conferencia Anual de las Montañas Rocosas de la IMU. Su camino hacia el ministerio y al desarrollo de todos estos roles es muy interesante.
Cesar creció en Piedras Negras, una ciudad que se encuentra en la frontera entre los Estados Unidos y México. Se crió en la Iglesia Metodista de México donde Dios lo llamó al ministerio a una edad temprana.
“En ese momento mis sueños eran ser arquitecto, pero Dios me llamó al ministerio cuando tenía 17 años de edad. Yo sabía lo que esto significaba en mi contexto. Esta fue una llamada a salir de mi iglesia, dejar a mi familia y mis amigos y yo no quería. Quería permanecer en mi iglesia, en mí casa para estar con mis amigos. Tenía todo lo que quería allí.
Así que en un primer momento, Durán rehuyó el llamado de Dios, evitando los lugares, momentos y situaciones en donde había sentido ese llamado”.
Yo era el chico que estaba en la iglesia todos los días, en todas las actividades. Yo estaba a cargo de los grupos de adolescentes en mi distrito; era muy activo. Cuando Dios me llamó la primera vez fue en una reunión de oración, por eso no quise ir más a las reuniones de oración. Y luego, sentí el llamado cuando leía la Biblia, por eso deje de leerla. También lo sentí durante el servicio de adoración del domingo, y no quise ir más, así que llegué al punto en que no sabía si estaba dentro o fuera de la iglesia.
Cesar no fue capaz de jugar a este juego del gato y al ratón por mucho tiempo. Recuerda que un domingo llegó a la iglesia después de que el servicio ya había terminado.
“Me senté en uno de los bancos y tomé una de las Biblias que he encontrado en mi puesto y la abrí porque no quería escuchar el mensaje. Estaba revisando la Biblia y me encontré con un marcador colocado en Josué 1: 9”.
Josué 1: 9 (VRV1960) dice: " Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.".
“Lo leí y le dije: 'oh, Dios mío, Dios mío, aquí estoy, lo acepto. "Lo acepté porque no quería seguir huyéndole a Dios”.
Sin embargo, Cesar no atendió de inmediato a ese llamado por que apenas tenía 17 años y acaba de comenzar la universidad.
“Me dije: es demasiado tarde para hacer algo diferente. Por lo tanto, me gustaría seguir siendo un arquitecto y quizás en el futuro voy a aceptar hacer algo para Dios. No sabía qué, pero hablé con mi pastor y él dijo, 'Yo sabía; estaba esperando que pudiéramos hablar de esto’. Me dio una dirección y me dio dinero y me dijo 've a este lugar y habla con esta persona y ve qué es lo que Dios quiere de ti’. Fui a esta dirección y, cuando llegué, me di cuenta de que era el Seminario Juan Wesley en la ciudad de Monterrey, México. Después de llegar, hablé con el director de la escuela y me dijo: 'En dos semanas empezamos las clases y tienes un lugar aquí'. Le dije ¿qué?, ya estoy inscrito en la universidad, pero él me dijo: 'tienes dos semanas para orar y decidir. Aquí tienes un lugar'”.
En 1992, Cesar se graduó con una Licenciatura en Teología en el seminario regiomontano Juan Wesley, México. Ha servido como pastor metodista en muchas iglesias de México y los Estados Unidos desde 1991 y en 2014 se graduó de la Escuela de Teología Iliff con una Maestría en Divinidades.
La mayor parte de la atención de su ministerio se concentra en la comunidad hispana de La Iglesia Metodista Unida (IMU).
“Como latino, vi que el ministerio el hispano no era una prioridad en La IMU. Cuando vi eso, me sentí llamado por Dios a ser un puente entre la comunidad latina y La IMU. He tratado de ayudar a la iglesia a entender el contexto latino. Al mismo tiempo, he tratado de enseñar a la comunidad latina sobre la IMU y establecer una conexión entre las dos partes.
Esto no ha sido fácil. La comunidad latina para esta generación son personas muy conservadoras. La mayoría del pueblo metodista unido de esta conferencia es liberal, de mente abierta, progresista... Cuando comparo estas teologías y perspectivas, he encontrado profundas diferencias entre ambos. Siento que Dios nos está llamando a consolidar la unidad entre las dos partes, construyendo puentes entre ellas para alcanzar el entendimiento mutuo. He tratado de hacer en todas mis posiciones, en todas mis iglesias y en todas las conferencias en las que he estado”.
El papel de Cesar como capellán de los Rapids de Colorado requiere un tipo de liderazgo diferente. Para él este ministerio es una forma de relajarse.
“Ser capellán de un equipo de fútbol, es un ámbito muy diferente; para mí es como mi hobby. Me ha gustado el deporte desde que era un niño y yo estoy hablando sobre todo del fútbol. Por lo tanto, soy un gran aficionado y cuando era un pastor local, trataba de tomar 'un tiempo de relax' viendo los partidos de mi equipo favorito”.
“Desde que era un adolescente, vi los partidos de mi equipo. Cada semana, todo el tiempo los veía, sin importar lo que tuviese que hacer. Cada vez que tengo alguna responsabilidad que cumplir durante un juego, grabo los partidos y los veo cuando termino mis actividades. Eso ha sido parte de mi 'tiempo de relax', un tiempo reservado para mí. Eso lo sabe mi esposa y mi familia”.
“Cuando vine a Denver, traté de asistir a los juegos de los Rapids de Colorado. Fue así como me encontré con el capellán del equipo en el estadio y cuando necesitaron un capellán Latino, me invitaron a ser parte del equipo y de inmediato les dije que sí. Pensé, 'voy a los juegos. Yo pago para estar aquí y ahora alguien me está ofreciendo la oportunidad de ¡venir a los juegos sin pagar y haciendo algo que me gusta hacer!. Tengo la oportunidad de estar con los jugadores, orar con ellos, compartir con ellos, enseñarles acerca de la Biblia y pasar tiempo con sus familias y ser parte del equipo. Así que dije que sí enseguida”.
“Me gusta cuando estoy allí y les doy la mano a los jugadores al final de los juegos y tener la oportunidad de decirles '¡ey! Tuvieron un juego maravilloso. Lo hicieron muy bien’; y por otro lado, recibir la palabra de los jugadores diciendo: 'Sí señor; eres parte de nosotros y juntos somos un equipo’. Para mí esto es una bendición, así como ir a los juegos y poder tener este tiempo de relax para mí. Definitivamente es una bendición“.
* Caran Ware Joseph es Directora de Relaciones Estudiantiles de la Escuela de Teología Iliff. Para ver la publicación original de este artículo (en inglés), presione aquí.
** El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5111 o por el [email protected]