Las últimas décadas han sido tiempos de muchos cambios. Para la iglesia, el año 2012 fue un tiempo de debate y reuniones mundiales, como la Conferencia General. En la política, las masivas demostraciones del medio oriente terminaron con algunos gobiernos, pues el pueblo pedía un cambio en el liderato. En nuestro país, reelegimos al Presidente Obama y se dieron protestas y marchas pidiendo cambio a las leyes de inmigración.
Debido a cambios climáticos, se sucedieron varios desastres naturales, desde inundaciones, tornados e incendios. El Huracán Sandy azotó las costas del noreste. También vimos horrorizados las noticias sobre los niños y adultos de una escuela que perdieron la vida a manos de un joven mentalmente inestable y con acceso a una serie de armas de fuego, generando un movimiento de cambio en millones de personas que desean que se regule la posesión y uso de armas de fuego.
En medio de crisis, desastres y cambios climáticos nos llenamos de miedo y, a veces, cuestionamos nuestra fe. Sin embargo, es en estos momentos cuando los metodistas demostramos fortaleza y mostramos el amor de Cristo a quienes necesitan de consolación y ayuda.
Asimismo, celebramos a los que alcanzaron completar sus metas y honramos a quienes partieron con el Señor. Hemos presenciado buenos y malos momentos.
Conforme pasa el tiempo, tratamos de retener lo que era normal, pero los avances tecnológicos lo empujan a uno a ajustarse a nuevas modalidades y hábitos de vida. Los avances afectan los hábitos de lectura y de cómo recibimos y procesamos información. Los cambios ocurren en los medios de comunicación del mundo y de la iglesia. Es ahora cuando la revista El Intérprete, después de medio siglo de vida, también tiene que cambiar.
En sus inicios, El Intérprete era el único recurso en español, aparte del devocional El Aposento Alto, que se publicaba en el idioma español y que servía a la creciente población hispana que llegaba a la Iglesia Metodista Unida. Hoy en día, se puede conseguir infinidad de información a través de periódicos, revistas y el internet. Existen programas televisados y por satélite, en español, al gusto del cliente y según el país de origen de cada persona.
La revista se ha vuelto un medio informativo caro y difícil de subvencionar. Es hora que tome otro estilo y que se ajuste a las necesidades tecnológicas de una audiencia joven adulta. La revista impresa ha cumplido una misión larga y honorable. Pero debemos renovar y actualizar nuestros recursos para que todos puedan beneficiarse, no solo un círculo mínimo de lectores. Es tiempo de crear productos efectivos y prácticos que sean de beneficio a una vasta audiencia.
Para poder lograrlo necesitamos su opinión. Hemos lanzado una encuesta. Estamos a la espera de los resultados para determinar qué formato seguir. Si todavía no ha participado de esa encuesta, espero su colaboración. Espero que opine y nos escriba sea por email o por correo.
El Intérprete continuará informando, aunque en otro formato, y seguirá proveyendo material relevante que pueda ser de utilidad a la diversa audiencia metodista hispano-latina. ¿Nos ayudará, usted, a compartir sus historias y vida de su iglesia? Juntos podemos colaborar en el ministerio de alcanzar a aquellas personas que tanto nos necesitan. Juntos podemos lograrlo.
--Amanda M. Bachus, [email protected]
el Intérprete, enero-febrero, 2013